Canarias, el portaviones de la OTAN

Soldados de la OTAN en maniobras
Koldo Durreit

Cuando el 12 de marzo de 1986 el pueblo canario le asestó en referéndum un NO rotundo a la integración del Estado español en la OTAN sabía lo que se le venía encima y por ello el rechazo fue casi unánime en todo el territorio del archipiélago. El 59% de los votantes fueron muy conscientes que la posición geoestratégica de Canarias supondría de hecho que su país se convirtiera en una especie de portaviones desde donde los ejércitos del capitalismo mundial controlarían y agredirían a los pueblos del Tercer Mundo, especialmente a África.

Hace un tiempo Wikileaks reveló unos cables de comunicaciones entre oficiales del Alto Mando del ejército español donde se hacían algunas recomendaciones para que los temas relacionados con la militarización del Archipiélago canario fueran tratados “con discreción”. Asimismo, estos militares españoles dirigían diferentes notas a diplomáticos estadounidenses donde les advertían sobre la conveniencia de la misma “discreción” a la hora de tratar los temas militares “dada la susceptibilidad existente al respecto en la sociedad canaria”.

Pero ahora cuando la influencia y la presencia de lo militar en Canarias se ha vuelvo omnipresente al parecer la discreción ha dejado de ser importante y ya no importa reconocer lo evidente. El teniente general Pedro Galán, Jefe del Alto Mando Militar en Canarias, reconoció en el transcurso de la celebración de la Pascua Militar celebrado en Santa Cruz de Tenerife en enero de 2018 el destino que se quiere imponer a Canarias: “ la Brigada Canarias XVI se certificara como Brigada de Respuesta Inmediata del Núcleo Fuerza Conjunta (refiriéndose a las fuerzas militares de la OTAN), quedando disponible para su atribución a Operaciones Nacionales Expedicionarias (…)a finales de 2018 elementos significativos iniciarán su adiestramiento operativo para ser desplazados en 2019 como contingentes principales de la Misión EUTM Mali e Irak (…) y ser desplegados en 2019 como fuerza principal en las áreas geográficas citadas”. Se reconocía así el uso que se les da a las fuerzas militares desplegadas en Canarias que no es otro que la intervención militar en África y Oriente Medio en defensa de los intereses que representa la OTAN.

Rafael Lorenzo, abogado y analista militar canario sostiene que “la guerra es expresión clara del desarrollo de la lucha de clases a escala internacional”. Canarias, pese a haber votado NO a la OTAN, ha sido puesta al servicio de la organización militar y del imperio norteamericano y europeo para el saqueo de los recursos de África y su entrega a las transnacionales que expolian este continente: “Estas islas se han usado como base de las tropas francesas en la intervención militar de la OTAN en Mali y también se están utilizando para apoyar a la OTAN en la guerra electrónica que se prepara en Ucrania dentro del acoso a Rusia”.

Y desvela algunos detalles de la creciente y continua militarización de Canarias en base a las necesidades operativas de la OTAN : “El aeródromo de Lanzarote, la prevista tercera vía del aeropuerto de Gran Canaria o el campo de tiro de Pájara, en Fuerteventura, son los nombres propios de una militarización de la que es cómplice hasta el Tribunal Supremo español, que dio luz verde a la declaración de Pájara como Zona de Interés para la Defensa invocando una ley franquista (la 8/1975) aun vigente”.

Asimismo, Canarias es utilizada por el ejército de los EEUU, concretamente el Puerto de Las Palmas, como punto de distribución de la USAID, la mal llamada “asistencia humanitaria” que ese país manipula para intervenir directamente en los asuntos internos de otros estados. También en Canarias se ubica el FRONTEX, agencia de la Unión Europea que militariza de facto las fronteras. Desde el archipiélago canario se apoya el espionaje hacia muchos lugares del mundo, especialmente contra los países africanos por la existencia de al menos dos Centros de Escucha, uno en Montaña La Muda, y otro en Las Palomas, en Fuerteventura. Se ha convertido a Canarias en un basurero submarino militar, concretamente en La Isleta, donde se arrojan continuamente toneladas de desechos de municiones de armas resultado de los continuos entrenamientos de tropas y de las numerosas maniobras militares que se realizan en cualquier lugar de Canarias. Maniobras militares o ensayos de guerra que se desarrollan a gran escala de manera conjunta entre el ejército español y fuerzas internacionales sobre todo en el sur de Fuerteventura, y que incluyen desembarcos diurnos y nocturnos casi siempre utilizando fuego real. Hoy se sabe que de cada tres contingentes militares españoles y de otros países de la OTAN desplazados a Afganistán, 2 son formados en La Isleta, en Fuerteventura, supuestamente por la semejanza del medioambiente canario con el de aquel país asiático. El 1% del total del territorio canario es propiedad del Ministerio de Defensa, y existen más de 50 kilómetros cuadrados declarados como Zona de Interés de Defensa en la isla de Fuerteventura y que tienen un uso militar exclusivo con el grave daño medioambiental que supone.

Esta militarización del territorio canario no parece ser suficiente para los dirigentes políticos españoles, quienes aun exigen más como resultado de la histórica visión que tienen de Canarias como una colonia española. Pablo Casado, dirigente del PP es buen ejemplo de ello cuando acaba de proponer que Canarias se convierta en sede del Africom, lo que, según él, “aportaría seguridad para combatir la emigración irregular”. Pero lo que al parecer quiere esconder Casado es que Africom ni siquiera responde a la OTAN, sino que depende directamente del Mando Combatiente Unificado del Departamento de Defensa de EEUU, como responsable de sus operaciones militares en África.

Como un secreto militar bien guardado, se desconoce el número exacto de tropas militares tanto españolas como de la OTAN establecidas en Canarias, aunque si se han ido filtrando poco a poco datos que muestran hasta qué punto se ha convertido a Canarias en un bastión militar. Se calcula hay 1 militar español (sin contar otros contingentes de la OTAN) por cada 233 habitantes canarios. Esto conlleva un inmenso gasto militar que además, se realiza en un país donde 1 de cada 3 personas vive por debajo del umbral de la pobreza, y contrasta con que existe 1 trabajadora o trabajador social por cada 24,075 habitantes, cifra que muestra por sí sola la desatención histórica del Estado español hacia su colonia africana.

Koldobi Velasco, militante antimilitarista canaria de larga data afirma que “la guerra empieza aquí, en Canarias”. En su denuncia de la militarización del país, hace hincapié en lo que señala como “cosa exclusiva de Canarias”, que no es sino la pretensión de darle una cara amable e institucional a la propia militarización a través de la asociación GEMAEN donde se integran generales del ejército español, magistrados, obispos, empresarios e, incluso, la prensa presente en Canarias. Desde GEMAEN se planifican continuamente campañas de apoyo y exaltación de lo militar o se hace contra campaña de las denuncias populares que se oponen a la militarización del archipiélago. Es el caso de las diversas convocatorias populares donde diversos colectivos sociales, empresariales y políticos exigen el fin de las maniobras militares y la clausura de los campos de tiro existentes en las islas, denunciando la inseguridad que producen y el impacto ambiental que generan. “Somos un archipiélago altamente militarizado” sostiene Velasco, “…de los mas militarizados del mundo. Con esto nos referimos a esa invasión de lo militar, a la incidencia y la participación de lo militar en distintas esferas de la vida, tanto en lo económico como en lo político, cultural, religioso o social. Se impone lo militar con la concepción de que la violencia es la única salida a las situaciones de conflicto”.

Aunque todo el Estado español está integrado en la estructura de la OTAN, su presencia es mucho más significativa en Canarias. Aquí se realizan los ensayos para la guerra mediante sus maniobras, desde aquí se da apoyo logístico a las operaciones bélicas en el extranjero a través de todo un sistema de empresas en los puertos y aeropuertos canarios. Incluso se han militarizado los servicios de emergencia, con la presencia de la Unidad Militar de Emergencia, cuando estas labores recaen en cualquier otro punto del Estado español en cuerpos civiles como los bomberos. Se produce así, denuncia Velasco, “la militarización de los recursos humanos como servicio público”.

En Canarias, prosigue la militante antimilitarista, “se da la militarización del conjunto de la sociedad”. Y destaca en el deporte, con la presencia de militares en muchos de sus ámbitos, de la educación, con las constantes visitas a centros educativos de enseñanza media de oficiales del ejército haciendo proselitismo de lo militar, en lo religioso con la también participación de militares en actos de culto, de las universidades con las participación del ejército en muchos proyectos de investigación que además se orientan al interés militar, en lo medioambiental con la supuesta responsabilidad del ejercito en la salvaguarda de los Parques Nacionales, incluso en lo social con la presencia de oficiales del ejército español en las oficinas de empleo ofreciendo reclutamiento a los desempleados y desempleadas.

Y también, denuncia Velasco, en Canarias se dan dos características singulares en relación a otras naciones del Estado español, “en primer lugar la creación de grandes infraestructuras que no son necesarias para uso civil y que seguramente tendrán una utilización militar, como el Puerto de Granadillas, el macro muelle de Albaete, las macro cárceles y las pistas de Gando y Los Rodeos; y en segundo lugar, la institucionalización de la militarización mediante la asociación GEMAEN”.

Las consecuencias de esta situación son graves para Canarias, como nos relata Koldobi Velasco, “es un derroche de dinero en una sociedad que vive una penosa situación económica en primer lugar, y también es un destrozo de nuestro patrimonio medioambiental, del patrimonio histórico del pueblo canario y de la naturaleza en general. Todo lo que no se invierte en lo social se destina a gasto militar y se ponen a su servicio todos nuestros recursos para seguir defendiendo el orden de los más ricos. Los ejércitos tienen dos funciones: defender los intereses de las clases dominantes en el exterior y en el interior, reprimir y aplacar la disidencia”. Y cuando hablamos de los ejércitos de la OTAN es sabido que el orden que defienden no es otro que el del imperialismo en todas sus expresiones que busca expoliar a los países del Tercer Mundo y dominarlos a medida de los intereses de las grandes corporaciones multinacionales.

La lucha de Canarias contra la militarización de sus tierras, mares y espacio aéreo ha sido una constante desde hace varias décadas. La campaña de 1986 que desembocó en el NO rotundo a la integración en la OTAN en el referéndum continúa en muchas ocasiones para rechazar las diversas maniobras y ejercicios militares, o la más conocida la que se dio en contra de la presencia en Fuerteventura de la Legión española con grandes movilizaciones. Este cuerpo de élite, al igual que su homólogo francés, compuesto en muchas ocasiones por delincuentes y que acompañan su presencia con numerosos casos de violaciones, robos, prostitución, altercados con los habitantes, agresiones, trafico de drogas, etc. siempre ha sido utilizado por el ejército español como carne de cañón en sus incursiones colonialistas. Y al igual que sucedió con la Legión francesa en Argelia, sus desmanes en las colonias españolas en Marruecos o el Sahara Occidental aún son un triste recuerdo para los habitantes de esos países, incluidas las todavía colonias de Ceuta y Melilla en el norte africano.

Frente a este estado de cosas, los canarios y las canarias exigen que su país sea un territorio libre de ejércitos, que se establezca para el archipiélago un estatus de neutralidad y una declaración donde se reconozca a Canarias como territorio de paz y solidaridad, al tiempo que rechazan a ese brazo armado del capitalismo ecocida y homicida que es la OTAN. También rechazan la celebración de todo tipo de maniobras militares en su territorio por ser un factor de agresión directa contra la población canaria, ya que implican la invasión y militarización a gran escala del territorio, transformando a las islas en un gran reducto militar.

Es el caso de AhoraCanarias, la coalición conformada por los partidos independentistas canarios, así como otros colectivos y numerosos independientes que han incorporado en su programa político la declaración de neutralidad para el archipiélago, y el no querer ser cómplices de la muerte y la destrucción que la OTAN va sembrando por el mundo. Exigen la desmilitarización total y el establecimiento de un estatuto de neutralidad internacional para Canarias. Los canarios y canarias no pueden ser el portaviones de la muerte del imperialismo sino que quieren ser un pueblo libre y soberano solidario con todos los demás pueblos del mundo.

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