Del III Reich al Estado nazisionista de Israel

nazisionista
Jabiertxo Andiarena Martinez

En 1948, Albert Einstein, Hannah Arendt, Isidoro Abramowitz y otras personalidades judías publicaron una carta en "New York Times" ante la visita a EEUU de Menahem Begin, entonces líder del partido sionista Herut, visita enmarcada en su gira mundial buscando la financiación del sionismo internacional para afianzar el recién creado estado teocrático de «Israel». En dicha carta, Einstein y sus compañeros no se limitaban a denunciar los crímenes que las organizaciones sionistas terroristas cometían ya entonces contra la población palestina de diferentes confesiones, sino que claramente definían como fascista y nazi al partido padre de la derecha Israelí.

Decía la carta: «Uno de los fenómenos políticos más inquietantes de nuestro tiempo es la aparición en el recién creado estado de Israel del ‘Partido de la Libertad’ (Tnuat Haherut), un partido político muy parecido en su organización, métodos, filosofía política y atractivo social a los partidos nazi y fascista. Este partido se ha formado a partir de los miembros y seguidores del Irgun Zvai Leumi, una organización terrorista, derechista y chovinista de Palestina».

El Irgún fue una organización paramilitar terrorista que durante las décadas 30 y 40 del pasado siglo cometió atentados terroristas y masacres contra población civil palestina. El líder del Irgún era precisamente Menahem Begin. Tras la fundación del estado de Israel en 1948 todos los terroristas del Irgún pasaron a engrosar las filas del recién creado Tsahal (ejército regular de Israel) que desde entonces hasta hoy ha cometido mil y una atrocidades contra la población civil palestina entre las que se recuerda por su crueldad extrema la masacre de Sabra y Shatila en 1982. Mientras, el Herut, aquel partido descrito en su día como nazi y fascista por aquellos intelectuales judíos pasaría a llamarse Likud en 1973, en 1977 el terrorista Menahem Begin fue nombrado primer ministro de Israel. El Likud (partido hermanado con Vox, por cierto) es el partido del hoy primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.

Lo que seguro no imaginaron Einstein y sus compañeros, es que 75 años después el nazismo sionista de cuya existencia acertadamente alertaban gobernaría el estado de Israel. Que nadie se rasgue las vestiduras ante tal afirmación: basta con dar un repaso a los fundamentos ideológicos de los partidos de la coalición que sustenta el actual gobierno de Israel, a la biografía de los miembros de su gobierno (algunos como Ben Gvir, Ministro de Seguridad Nacional, otro terrorista convicto) y lo más clarificador, a las recientes y numerosas declaraciones públicas de los actuales líderes sionistas para comprobar que el sionismo hace décadas que adaptó a la praxis político-militar del estado de Israel los fundamentos ideológicos que dieron forma a «la solución final» que asesinó a millones de padres, madres, abuelos y abuelas de los que hoy se expresan así:

Yoav Gallant, ministro de Defensa israeli: «Estamos luchando contra animales». Dan Gillerman, ex embajador de Israel ante la ONU: «Estoy muy desconcertado por la preocupación que el mundo muestra por estos animales horribles e inhumanos». Gila Gamliel, ministra de Inteligencia: «Hay que evacuar a la población civil (palestina) al Sinai», Amichay Eliyahu, ministro de Patrimonio «Que se vayan a Irlanda o al desierto». Amichay Eliyahu, ministro de Patrimonio: «“El norte de Gaza está más bonito que nunca, volar y aplastar todo, es un regalo para los ojos»...

¿Les suenan de algo estas frases, verdad?, a mí también: «Estos ya no son hombres, son animales» (Joseph Goebbels). «Es indudable que los judíos son una raza, pero no son humanos» (Adolf Hitler).

«Empezando por Lublin, los judíos están siendo evacuados hacia el este. El procedimiento es un poco bárbaro. No quedarán muchos judíos» (Joseph Goebbels), «Ustedes saben lo que significa cuando un centenar de cadáveres yacen lado a lado, o quinientos, o mil. Esta es una página de gloria en nuestra historia, teníamos el derecho moral» (Heinrich Himmler)…

El Estado de Israel lejos de ser un «estado de derecho democrático» tal y como proclaman día sí y día también todos los gobiernos occidentales –incluidos nuestros gobiernillos vasco y navarro– para justificar su complicidad en el televisado genocidio palestino, es un estado fallido gobernado por una banda de lunáticos nazifascistas con ideas supremacistas, ultrarreligiosas y racistas que han cambiado el capirote del Ku Klux Klan y el brazalete gamado por la kipá y la estrella de David y occidente en lugar de combatirlo, lo alienta, lo protege, lo financia y lo arma hasta los dientes aludiendo a un falso “derecho a la defensa” (nunca en sitio alguno se ha defendido el colono invasor sino el invadido colonizado).

La razón de esta indecente y criminal complicidad occidental la sabemos todos y ya la avanzó Theodor Herzl, padre del sionismo y visionario del Estado de Israel en su libro "El estado judío" (1896): «Para Europa formaríamos allí (en Palestina) un baluarte contra Asia, estaríamos al servicio de los puestos de avanzada de la cultura contra la barbarie, en tanto que como estado neutral mantendríamos relaciones con toda Europa que tendría que garantizar nuestra existencia», para nuestra vergüenza en ello esta Europa.

Viva la resistencia palestina. Libertad y justicia para los pueblos del mundo.

 

Fuente
https://www.naiz.eus
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