Canarias, una colonia española en aguas africanas

Descolonización e independencia
Koldo Durreit

Durante mucho tiempo, hablar de Canarias era sinónimo de turismo, de sol y de playas a donde iban a vacacionar numerosos extranjeros o donde iban de viaje de novios los recién casados. Que había muchos militares allí y que tenían un Carnaval muy bonito. También sabíamos que los plátanos de nuestras meriendas llegaban de Canarias y que había un volcán llamado Teide que era además una de las más altas montañas del Estado español, aunque ya estaba apagado. Pero no sabíamos más que eso, lo que querían enseñarnos para esconder la existencia de un pueblo canario que tiene su propia historia y sobre todo, sus propias aspiraciones.

Las Islas Canarias, también conocidas como Islas Afortunadas, son un archipiélago compuesto por 11 islas situadas en el Océano Atlántico al oeste de las costas del Sahara Occidental, habitado en la antigüedad por aborígenes canarios llamados Guanches. Los Guanches tienen una ascendencia bereber, originarios de la vecina África, y seguramente llegaron a Canarias empujados por la presión que supuso la conquista romana del norte de este continente y también por la creciente desertización del Sahara. Su economía se basó en el pastoreo, aún hoy queda en las islas una raza de cabra endémica, la agricultura, la recolección de frutos y bayas, y el marisqueo en las ricas costas atlánticas.

Si bien se dieron antes diferentes intentos de conquista del archipiélago por parte de tripulaciones normandas, la conquista de Canarias en sí es realizada por la Corona de Castilla entre los años 1477 y 1496. La presión militar y también la demográfica con la llegada a las islas de numerosos “peninsulares” hacen que ya para mediados del siglo XVI la población sea mayoritariamente de origen europeo, convirtiendo a los Guanches en una minoría en su propia tierra. A partir de esas fechas, el devenir político y económico de Canarias queda sujeto al Imperio español, y sus aguas marítimas serán en esos años escenario de diferentes enfrentamientos armados entre la armada española y la del naciente Imperio inglés.

Fueron también los ingleses quienes introdujeron en Canarias el monocultivo del plátano que va a caracterizar al archipiélago durante muchos años. Asimismo, los ingleses realizaron a principios del siglo XX una fuerte inversión en la construcción de los puertos de Santa Cruz de Tenerife y en el Puerto de la Luz en las Palmas, ya apuntando a la colonización del Continente Africano por su ubicación estratégica.

En épocas más recientes, el dictador Francisco Franco inició la sublevación contra el legítimo gobierno de la República española en Canarias, donde estaba destinado como Comandante General. Los fascistas tomaron el control de las islas de una manera rápida por la aplastante superioridad ante las fuerzas militares y policiales que se mantuvieron leales a la legalidad republicana. Aun así, se dieron episodios de fuerte resistencia popular antifascista, son los casos de la Isla de la Palma y el pueblo de Valle Hermoso en la isla de La Gomera, donde se sufrió una tremenda represión fascista.

Durante el franquismo Canarias es objeto de una represión muy dura contra todo lo que supusiera lucha popular o identificación identitaria, lo que se suma a un periodo de gran penuria económica, hambre y miseria que empuja a la migración a miles de canarios y canarias, principalmente hacia América Latina, siendo Venezuela uno de los destinos principales donde aún hoy en día es notable la cantidad de descendientes canarios entre la población.

El Partido Comunista de España fue el motor de la oposición al franquismo durante algunos años, aunque jamás ha reconocido el hecho diferencial canario, pero ya a finales de los años 60 empiezan a surgir otros movimientos de carácter nacionalista e independentista de izquierda, como el MPAIAC, sobre todo influenciados por los procesos de liberación nacional y de descolonización en todo el mundo, especialmente en África.

El MPAIAC, Movimiento Para la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario, fue fundado en 1964 en Argelia por varios patriotas canarios y liderado por el abogado Antonio Cubillo. Apoyado por el gobierno argelino de la época, el MPAIAC optó por desarrollar una línea africanista a fin de lograr la descolonización de las Canarias e, incluso, fue admitido con una delegación propia en el seno de la Organización de la Unidad Africana, OUA. En 1968 consiguió que la OUA, con el firme apoyo de Argelia, constituyera un Comité de Liberación ad hoc donde se declara a Canarias como “Archipiélago geográficamente africano” y exigiendo su descolonización al Reino de España. Sin embargo, el poder central hace caso omiso a esas exigencias e intensifica la represión deteniendo, torturando y persiguiendo al naciente movimiento independentista de izquierdas canario.

En 1975, el MPAIAC inicia las emisiones de Canarias Libre desde Radio Argel convirtiendo a esta emisora en la voz del independentismo canario que exige la descolonización del archipiélago. La reacción española no se hizo esperar y enseguida se inician desde Madrid toda una serie de fuertes presiones al gobierno argelino para que clausurara la emisora, pero Argel no cedió y las emisiones de Radio Canarias Libre prosiguieron hasta 1978. El triste papel que jugó la izquierda española en el proceso independentista canario en esta época, apoyando en todo momento al gobierno central, queda reflejado en la composición de algunas de las delegaciones españolas destacadas a Argel exigiendo al gobierno argelino cesar en su política de apoyo al movimiento patriota canario. Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista de España viajó al menos en una ocasión en una de esas delegaciones.

En 1976 el MPAIC decide iniciar la lucha armada atacando en su primer operativo a Galerías Preciados, cadena de tiendas propiedad de destacados inversionistas ligados al franquismo. La lucha armada del MPAIAC se puede calificar como de propaganda armada pues casi todos sus objetivos se enmarcaban en intereses comerciales y económicos relacionados con el Estado español como una denuncia a la colonización del archipiélago. Sin embargo, la acción armada que más trascendió en la opinión pública, aunque también visara objetivos económicos españoles, creó una fuerte conmoción tanto en Canarias como en el exterior. El 27 de noviembre de 1977 comandos del MPAIAC colocan dos artefactos explosivos de pequeña potencia en sendos negocios situados en la zona comercial del Aeropuerto de Gran Canaria. Tras la explosión del primer artefacto y el aviso de la existencia de otro más, las autoridades españolas desvían los vuelos previstos hacia el Aeropuerto de Los Rodeos en Tenerife. Ese mismo día se produce un desgraciado accidente que dejó 583 víctimas mortales y que enseguida son endosadas por Madrid al MPAIAC iniciándose así una fuerte campaña de criminalización de la organización revolucionaria independentista. Por su parte, el MPAIAC negó toda responsabilidad en lo sucedido y achacó el hecho a la impericia de los controladores aéreos y a la fuerte neblina existente ese día sobre el aeropuerto.

En abril de 1978 el dirigente canario Antonio Cubillo es apuñalado en Argel por un ciudadano español relacionado con los servicios secretos del ejército español. Quedará invalido de por vida. Un año más tarde, el MPAIAC renuncia a la lucha armada y se producen fuertes divisiones en su seno que llevan a la práctica desaparición de la organización independentista. Divisiones que tuvieron que ver con la estrategia a seguir ante lo que se avecinaba en todo el Estado español y que no fueron exclusivas de la nación canaria: el Estado de las autonomías.

Al igual que al resto de nacionalidades históricas, el Estado español se vio obligado a ofrecer una descentralización a Canarias por el aumento de las reivindicaciones populares y la exigencia de descolonización en este caso. La “democracia” buscó así salvaguardar la unidad de España mediante la aprobación de un estatuto de autonomía que descentralizaba la administración y otorgaba ciertas competencias creando un gobierno y un parlamento autónomos. Sin embargo, en ningún momento esto conllevó el reconocimiento del hecho singular canario ni tampoco del derecho de autodeterminación. Un Estatuto de Autonomía que ni siquiera fue sometido a la aprobación en referéndum por el pueblo canario, sino que se decretó como autonomía de segunda categoría por ley orgánica en el Congreso español (LO-10/1982).

El primer presidente autonómico canario fue Jerónimo Saavedra, del PSOE, quien ocupó el cargo en dos periodos, de 1983 a 1987 y de 1991 a 1993. Político de corte progresista, se afanó sobre todo en integrar a Canarias en el nuevo status político español autonómico. En 1993 cae su gobierno mediante una moción de censura presentada en el Parlamento de Canarias por varios partidos. A partir de aquí se abre la etapa que llega hasta hoy donde Coalición Canaria domina el panorama político canario con una clara hegemonía aunque a veces haya gobernado de la mano del PSOE cuando sus intereses así se lo han indicado.

Coalición Canaria tiene en sus estatutos cierta pretensión nacionalista canaria. En algunos de sus párrafos podemos leer entre sus objetivos “el reconocimiento de la identidad como pueblo soberano no integrado en una concepción plurinacional del Estado” Mejor que este galimatías lingüístico, la praxis ha definido más claramente a Coalición Canaria como un partido de poder y exclusivamente para el poder. Basta con estudiar sus orígenes. Uno de sus primeros promotores, José Carlos Mauricio, un político oportunista que fue secretario general del Partido Comunista de España en Canarias supo reunir en torno suyo a muchos de los personajes ligados al régimen franquista que se vieron huérfanos tras el naufragio de las antiguas UCD y CDS herederas directas de Franco, y creadas por la derecha española para dirigir la reforma a la muerte del dictador. Curiosamente, el PP en Canarias no supo aglutinar en torno suyo a la derecha en ese momento en Canarias, que de manera claramente oportunista, asumió posiciones aparentemente nacionalistas. Es el caso de Manuel Hermoso o Luis Mardones que de ocupar cargos de gobierno durante el franquismo pasaron a militar en Coalición Canaria. A estas gentes se les unió un gran número de arribistas y personajes poco honestos, como la arrepentida estalinista Blanca Pérez, e incluso cristianos de base o asambleístas empedernidos en busca de cargos públicos y el Frankenstein ya tenía vida.

Los 25 años que Coalición Canaria lleva gobernando solo pueden calificarse como una etapa de corrupción absoluta. Según diferentes analistas, el 88,4 % de los casos de corrupción en Canarias están ligados de una u otra manera a Coalición Canaria, calculándose que al menos de forma directa la economía ha visto desaparecer por arte de magia más de 2000 millones de euros.

La clase política en Canarias siempre ha sido corrupta. Es así por las mismas características de su desarrollo económico, basado en el turismo y el desarrollo urbanístico que siempre acompaña a este sector. Basta con decir que muchas de las grandes fortunas del franquismo se hicieron en los años 70 en la especulación urbanística que acompaño a la España que “se abría al mundo” mediante el turismo de masas en toda la costa mediterránea y en Canarias.

Pero Coalición Canaria ha sido capaz de batir todos los records en sus 25 años de “gobierno”. Los casos se van acumulando tanto en los tribunales como en las denuncias de algunos medios de comunicación. Casos y denuncias como las referentes a Arona, Atlante, El Trompo, Fórum Filatélico, Grúas La Laguna, Las Teresitas, Mamotreto, Montaña Roja o Recinto Ferial tienen en común la especulación urbanística, el mal uso de capitales públicos, el nepotismo, la presencia de individuos ligados de una u otra manera a Coalición Canaria y, sobre todo, la impunidad de la que gozan demasiadas veces los responsables y también la complicidad de una clase política que utiliza la gestión pública con el único objetivo de enriquecerse.

Por el contrario, los gobiernos de Coalición Canaria no han supuesto ningún avance sustancial ni en lo económico, como veremos más adelante, ni en lo político ni en lo social que beneficien al pueblo canario. Ni siquiera para impedir que el archipiélago canario se siga convirtiendo en un portaaviones de la OTAN desde donde amenazar cuando no atacar a los pueblos de África, a pesar que en referéndum en 1982 el pueblo canario, junto al pueblo catalán y al pueblo vasco le dijera NO A LA OTAN de manera clara y contundente. Solamente en el tema económico, las cifras son espeluznantes cuando muestran que ya un 40% de la población canaria está en riesgo de exclusión social, un 30% en la pobreza, 320,000 sobreviven con un empleo precario mientras que solo el 4,6% recibe una prestación mínima de inserción social. Según datos de la Unión Europea, 13,6% de los canarios y canarias no pueden hacer frente al menos a cuatro de los nueve conceptos de consumo básico definidos en Europa.

Pero a Coalición Canaria y a sus socios-cómplices del PP y PSOE no parecen inquietarles demasiado estas cifras. Lo han demostrado una vez más al lanzar una reforma estatutaria donde únicamente se aprobaron cambios en materia fiscal, beneficiando como siempre a quien más tiene, algunos tímidos cambios en materia electoral, o la supresión de algunos tipos de aforamientos que tienen como fin calmar algo los nervios ante tanta impunidad desatada por ellos mismos. Y una vez más, no fueron los canarios y las canarias los que decidieran estos cambios, sino que la susodicha reforma estatutaria se hizo en Madrid.

Ante semejante panorama desolador, cabe preguntarse dónde se encuentra entonces la izquierda patriota de Canarias que pueda plantear otra visión del país y ofrecer una salida digna para el archipiélago? En mi modesto parecer, y ojala los y las camaradas canarios y canarias me contradigan, la izquierda patriota salió muy dividida de la fracturación del MPAIAC y del proceso que se abrió con la España “autonómica”. Se dio prioridad entonces más a lo que desunía a los patriotas y el independentismo opto por “quedarse en casa” viendo como un pocotón de sinvergüenzas tomaban las banderas de la nación canaria para beneficio propio, mientras fue incapaz de crear nuevas condiciones e ilusionar a nuevas generaciones en la defensa del país. Prevaleció más lo que los separaba que lo que debía unirlos. Se crearon varios partidos independentistas que por sí solos no representaban a la mayoría de esos sectores que creen en un destino mejor para Canarias. Y aparecieron siglas nuevas, a veces distantes tanto como las islas donde se implantaba cada uno. Unos decidían presentarse a diferentes procesos electorales, otros no y los boicoteaban, no existía una estrategia clara, y el enemigo cantaba victoria queriendo dar ya por enterrado el sentimiento nacional canario. Y sin embargo, en este presente tan dado a la incertidumbre, a tener que reinventarnos por el acoso de las nuevas tecnologías y usos que se han infiltrado en nuestras sociedades de pueblos negados, de una globalización que parece amenazarnos y borrarnos del mapa, se prendió de nuevo una luz sobre Canarias que tendremos que cuidar con todo el cariño y la ternura de los pueblos.

En las últimas semanas se ha hecho público un hecho que tiene que ser transcendental para Canarias. En rueda de prensa, militantes de los partidos independentistas canarios ANC, CNC y UP dan a conocer la conformación de una coalición, AhoraCanarias, que cuenta además con el apoyo de otros colectivos y de numerosas personas independientes. La nueva organización se declara abiertamente independentista y exige la descolonización del Archipiélago Canario, al tiempo que reivindica la autodeterminación.

Reconocen haber creado un punto de inflexión en el independentismo canario al querer aglutinar en su seno a todo el movimiento en su pluralidad. Unidad que ya ha sido apoyada con la firma de un Manifiesto por más de 400 personas a la hora de redactar este articulo. Este independentismo apuesta a la movilización popular pero también a la lucha institucional y decide presentarse a las elecciones de mayo que renovarán el Parlamento de Canarias, los ayuntamientos y los Cabildos, singular institución regional del pueblo canario. Su objetivo, entrar en esas instituciones e ir conformando pasó a paso la Asamblea Nacional del Archipiélago Canario. Asimismo, irán en coalición con Ezquerra Republicana de Catalunya, EHBildu de Euskal Herria, BNG de Galiza, Andecha Astur y Puyalon de Cuchas de Aragon a las elecciones legislativas del Estado español y al Parlamento europeo. Buena ocasión para que las Naciones sin Estado hagan oír su voz y puedan quizás determinar la política de Madrid en unos tiempos donde el fascismo más rancio vuelve a enseñar su cara más descarnada.

En lo social, el nuevo Movimiento canario hace una apuesta determinante por mejorar las condiciones de vida de los canarios y las canarias, denunciando en primer lugar las duras condiciones de vida de su pueblo y que achacan a la relación colonial que impone el gobierno español a las islas. Para superar esta situación, exigen sean definidas y otorgadas aguas territoriales y una zona exclusiva para el archipiélago, además de un marco canario de relaciones laborales para superar la precariedad actual del empleo. Asimismo, competencias exclusivas en puertos, aeropuertos y tributos que permita que la administración canaria ingrese lo suficiente para la inversión social que las islas necesitan. La necesidad de una ley de residencia y el replantear el desarrollo turístico que además de hacer insoportable la actual carga de población, favorece el deterioro del medio ambiente, criticando las recientes leyes aprobadas de utilización del suelo y de las islas verdes que van a suponer otra amenaza más al ecosistema canario. La necesidad de revalorizar la cultura y la historia canaria como un bien general. Y un estatuto de neutralidad para Canarias ante la creciente militarización que sufren por parte de la OTAN que ha convertido al Archipiélago Canario en una base militar desde donde agredir a los pueblos de África y Medio Oriente.

Esta unidad tiene que tener futuro, tan brillante como se lo deseamos al Pueblo Canario. El primer paso, el de la unidad, está dado. Ahora hace falta trabajarlo, mimarlo, alimentarlo, ir creciendo en organización. Y también ser conscientes que a medida que avancen los pueblos en su liberación, el enemigo acechará de una u otra manera y habrá que hacerle frente con inteligencia, con firmeza, pero sobre todo, con la confianza en el pueblo. Desde donde estemos no duden que los apoyaremos.

DESCOLONIZACION E INDEPENDENCIA!!

VIVA CANARIAS LIBRE Y SOBERANA!!

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