Argentina conmemora con movilizaciones el Día de la Memoria

Militantes de la Cámpora
Telesur/James Petras

En esta fecha se recuerda el aniversario de un golpe de Estado que instauró la reciente dictadura cívico-militar en 1976.

Movimientos sociales y organizaciones de izquierda progresista argentina recuerdan este jueves, con movilizaciones callejeras y una marcha multitudinaria en la capital, Buenos Aires, el aniversario 46 del golpe militar contra un Gobierno transitorio en 1976, la cual puso en el poder a una Junta Militar, fecha que es conocida como Día de la Memoria.

El presidente Alberto Fernández estuvo por la mañana en un acto protocolar que recordó a los científicos detenidos y desaparecidos por la Junta Militar y no se espera ni se ha anunciado que tome parte en las actividades conmemorativas centrales las cuales tienen lugar, también desde la mañana, en áreas de la Plaza de Mayo.

“Cada 24 de marzo, que es un día emblemático para nosotros, la Argentina se une para repudiar lo que ocurrió. Sobre eso no tenemos diferencias ni distancias. Algunos son más progresistas, otros más peronistas y otros de otro color, pero todos sabemos que hubo una dictadura que persiguió, mató, asesinó, condenó al exilio, hizo desaparecer y postergó a la Argentina como nunca lo hizo otro gobierno, señaló Fernández.

A la movilización en la calle, se sumaron distintas organizaciones políticas, sociales, gremiales y de izquierda, que se concentran desde media mañana en varios puntos del centro porteño e ingresaron a la Plaza en masivas columnas.

En este Día de la Memoria, uno de los colectivos destacados es el de las Madres de Plaza de Mayo, quienes, además de tomar parte en las actividades más centrales, protagonizarán su tradicional caminata de los jueves por la tarde, en reclamo de los hijos y nietos desaparecidos durante el período de la dictadura entre 1976 y 1983.

El ministro de Desarrollo de la provincia de Buenos Aires y secretario general de La Cámpora, organización representativa del núcleo duro del kirnecherismo, Andrés Larroque, se hizo presente en la plaza junto a su agrupación, desde donde reivindicó la tarea de la militancia y dijo al respecto: "Una procesión militante que renueva la fe y las convicciones".

Entretanto, desde el espacio Encuentro Memoria, Verdad y Justicia integrada por más de 200 organizaciones de derechos humanos, sociales, estudiantiles, de trabajadores y de la izquierda política, se concentraron con la consigna "No al acuerdo Gobierno-FMI", tema que ha centrado el debate político en los últimos meses.

Desde hace 20 años, el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia se conmemora en Argentina según dispone la Ley 25.633, en honor a las víctimas y con el propósito de enarbolar una jornada de reflexión sobre la historia reciente y las graves consecuencias económicas, sociales y políticas de dicha dictadura.


Siete tesis sobre el significado histórico del golpe militar del 24 de marzo de 1976 en Argentina

El golpe de estado de 1976 no fue sólo militar sino también de clases. Un enfrentamiento brutal de una clase sobre la otra. 46 años después, el enfrentamiento continúa

El significado histórico del golpe militar del 24 de marzo de 1976 determina una transformación en la historia Argentina en diferentes aspectos relacionados entre sí. A saber, en primer término, el golpe militar destruyó el tejido social de la sociedad Argentina, desarticulando las fuerzas populares en la sociedad civil. A diferencia de previos golpes que se caracterizaron por el asesinato dirigido a determinados líderes populares, el golpe del 76, asesinó sistemáticamente a miles de activistas y dirigentes populares, cuya existencia mantenía la unidad de millones de trabajadores con sus debates y su capacidad de organización. Es tan sólo ahora, veinticinco años más tarde en que, nuevamente, las organizaciones populares han resurgido emergiendo y reconstruyendo el tejido social de la Argentina. Organizaciones populares tales como piqueteros, cortando rutas, "Hijos" con sus escraches como también sectores de la CTA organizando protestas, paros etc.

En segundo lugar, el sentido histórico del golpe militar de 1976 es el intento de intervención político militar de Washington después de su derrota en Indochina y su victoria en Chile. La lección aprendida por Washington después de Indochina y Chile fue que el único camino para reestablecer su hegemonía era el establecimiento del terrorismo de estado. Ese camino que iniciaron en 1976, encuentra continuidad lógica y directa en el proyecto de dolarización de la economía Argentina (Plan Cavallo). Del estado de terror a la recolonización.

El tercer significado histórico del golpe ha sido la transformaciòn de la burguesía Argentina que se ha convertido en "multinacional". La idea de conciliación de clases sociales; alianzas populares y nacionalistas se declaró extinguida. La burguesía se convirtió en aliada de los Estados Unidos en la sistemática destrucción de las bases populares y del poder de los trabajadores para la construcción del nuevo edificio: la economía neoliberal.

El cuarto aspecto del golpe estuvo representado por la transformación del Peronismo de movimiento nacional y popular a su constitución como un nuevo partido neoliberal. Con el giro a la derecha de la burguesía, después del 76, el peronismo tenía dos posibles caminos. Tanto la construcción de un partido de trabajadores democrático social o bien aliarse con la burguesía. La presidencia de Menem fue la confirmación de esa segunda hipótesis.

El quinto tema fue la domesticación general de los intelectuales y las clases dirigentes. La dictadura impuso parámetros inamovibles en el proceso electoral. Aspectos vinculados con la propiedad privada, el mercado financiero, los recursos, la desigualdad y el permanente estado de las instituciones cada vez más alejadas de la transformación política y el debate. La transición fue -en consecuencia- estrictamente controlada y el proceso electoral y el el debate intelectual relegado a un segundo plano. Los intelectuales aceptaron las reglas de juego y siguieron los dictados de Esados Unidos y las fundaciones europeas comprometidos con el oscurantismo imperial. Sólo veinticinco años más tarde, en medio de una severa crisis, emerge una nueva generación de intelectuales para combatir al neoliberalismo.

El sexto aspecto esta representado por el fin de los partidos tradicionales ( comunista, trotkista, socialista) como importantes referentes políticos durante el período pos-militar. El partido comunista perdió para siempre su credibilidad después de su resplado a Videla en 1976. La incapacidad de los grupos de izquierda en construir una resistencia posible durante la dictadura o durante el período de transición los convirtió en sectas marginales. Los nuevos movimientos populares surgen desvinculados de la izquierda tradicional. Sus líderes y combatientes están enfrentando directamente al liberalismo y la desintegraciòn de la sociedad. El proceso de transformación del movimiento revolucionario, sin los partidos de la izquierda tradicional es el más importante desfío dentro de la izquierda argentina.

El séptimo y último significado histórico del golpe militar de 1976 fue demoler el mito de una Argentina potencia, excepcional europea y no latinoamericana.

El golpe militar demostró que Argentina era aún una oligarquía neocolonial con características más similares a Paraguay y Bolivia que a Suecia y Dinamarca. Desde el golpe, la desnacionalización de la economía, el crecimiento del 35% de la pobreza en áreas urbanas, en cuidades, el 20 % en la tasa de desocupación, el crecimiento geométrico de subempleados, la llamada "economía informal", la proletarización de la clase media y la tutela directa de Washington inscribe claramente a la Argentina como parte de latinoamérica, del tercer mundo.

Conclusión

La herencia que dejó el golpe del 24 de marzo de 1976 está representado aún en la Argentina de hoy. Las fuerzas de derechos humanos y fuerzas políticas que continúan luchando para anular las leyes de impunidad[1] son un claro ejemplo de ello. Los viejos políticos del PJ y UCR continúan defendiendo privilegios y prerrogativas de los militares mientras que la nueva mayoría Argentina está clamando por justicia. El plan económico-social instrumentado por Martinez de Hoz perdura aún en el super liberal ministro López Murphy.[2] Sólo hoy, nuevas fuerzas han surgido dentro de la oposición tales como la organización de trabajadores, grupos de protesta social en el interior del país y en los suburbios pobres del gran Buenos Aires.

El golpe de estado de 1976 no fue sólo militar sino también un golpe de clases. Un enfrentamiento brutal de una clase sobre la otra. Veinticinco años después, el enfrentamiento continúa. Los militares y sus políticas sociales han ganado decisivamente la batalla por imponer su programa reaccionario, pero no la guerra. El aislamiento , descrédito y corrupción dentro de esta elite ha ido en aumento y producido gran resistencia: La lucha continúa.

Notas

[1] Nota de los traductores. Hace referencia a las leyes de Obediencia debida y Punto Final

[2] Idem. En el momento en que fue escrita esta nota aún no se había producido la renuncia del citado ministro y el nombramiento de Cavallo, como sí se dieron de hecho en el instante mismo en que esta traducción llegaba a su término, por lo que se considera pertinente esta información.

REDH. Versión de la traducción a cargo de Rose Wind and Paul Jones

Fuente
https://www.telesurtv.net
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