Concentraciones en toda Catalunya para la absolución de los encausados por el 1-O

Manifestación
Anna Solé Sans / Marta Lasalas

Entidades, grupos parlamentarios y centenares de personas se han concentrado este miércoles en plaza Catalunya con motivo del final del juicio al procés. El acto, que ha contado con la lectura de un manifiesto por parte de las diferentes entidades organizadoras, también ha recibido a Tamara Carrasco, confinada en Viladecans durante todos estos meses con gritos de "no estás sola".

Durante la lectura del manifiesto han recordado que hace 4 meses se vio como Carme Forcadell, Dolors Bassa, Joaquim Forn, Jordi Cuixart, Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull, Oriol Junqueras y Raül Romeva eran trasladados de Catalunya a Madrid para afrontar un juicio que "ya hemos denunciado desde el primer día que no tendría garantías; un juicio que no tendría ni que haber empezado porque supone una vulneración flagrante de los derechos fundamentales. La instrucción está llena de irregularidades y eso ha situado desde el primer día a los encausados y las encausadas en una situación total de indefensión".

"Hoy, que el juicio al 1-O, un auténtico juicio a la democracia, ha quedado visto para sentencia, constatamos que, efectivamente, ha sido un escarnio, un atentado a la democracia y a los derechos civiles y políticos y, en especial, al derecho a la autodeterminación", han leído. "El 1 de octubre del 2017 fue el ejercicio de desobediencia civil más importante de la Europa moderna. La desobediencia siempre pacífica es un deber ante el autoritarismo de un estado anémico de democracia. Ha sido y será un instrumento imprescindible en la conquista y consolidación de los derechos y libertades a lo largo de la historia y para transformar a la sociedad", y han resaltado que "no lo olvidamos nunca: una ley, por el hecho de ser ley, no quiere decir que sea justa y tenemos el derecho a oponernos a aquellas leyes que consideramos injustas. No nos arrepentimos de nada de lo que hicimos y lo volveremos a hacer tantas veces como haga falta".

"Se inventaron un relato"

A través del escrito, se ha dicho, una vez más que "nunca ha habido violencia en Catalunya". Además, han insistido, entre gritos de "vergüenza" por parte de los asistentes que "en 4 meses de juicio las acusaciones no se han movido ni un milímetro". "Se inventaron un relato y lo han mantenido hasta el final", y se ha subrayado que no ha habido "ni matices ni fisuras". De esta manera, se ha reiterado que en 52 jornadas de juicio "no han sido capaces de poner sobre la mesa ni una sola prueba de la supuesta violencia".

Entre gritos de "no tenemos miedo", se ha puesto énfasis en el hecho que "las 12 personas juzgadas no han cometido ningún delito. Votar no es delito y organizar un referéndum no es delito". "Este Estado quiere ciudadanos sumisos pero hoy volvemos a demostrar que somos ciudadanos críticos y que ante la represión la respuesta es firmeza".

"¡No les suben los colores cuando la ONU tilda el tribunal de parcial, ni cuando afirma que el motivo por el cual se ha detenido a los encausados del Supremo es por haber ejercido derechos como las libertades de opinión, expresión, asociación, reunión y participación! ¿Qué hará ahora al Estado español? ¿Desobedecerá la ONU? ¿Se alineará con los Estados represores y las democracias low cost? No olvidemos a nadie, estamos todos en la misma lucha", han expuesto.
 

"Necesitamos una estrategia unitaria"

Con gritos de "unidad", se ha preguntado si el Estado español está preparado para que se lo cuestione. "Y ha quedado demostrado sobradamente que no lo está", han clamado. "Ante este hecho no podemos sino pedir la anulación del juicio". El clamor de "unidad" ha resonado, nuevamente, en plaza Catalunya. "Tenemos centenares de causas abiertas por todo el país; tenemos presos y exiliados políticos que no sabemos cuándo podrán volver a su casa; tenemos una persona que ha sido un año confinada en su municipio sin poder salir; tenemos 17 encausados en el juzgado 13 de Barcelona, con corderos embargados por haberse dejado la piel para hacer posible el 1-O. Y la lista sigue", han recordado.

Pero esta represión no tiene nombres ni apellidos: "Nos afecta a todas y todos", han remarcado. "No podemos esperar más: necesitamos una estrategia unitaria. Ante la represión, todos los demócratas juntos. Sólo así pararemos la represión y haremos respetar el derecho a la autodeterminación".

"Este juicio ha sentado a 12 demócratas en el banquillo de los acusados", y han remarcado que todavía hay "esperanza". "Como ha pasado con el dictamen de Naciones Unidas, los tribunales internacionales acabarán condenando el Estado español. Y haciéndolo, reforzarán la causa de nuestra libertad".

El acto ha contado con la presencia con David Fernàndez, Estel Solé, Martí Anglàda y Anna Sallés, que han presentado el acto. Pero también han participado Montse Puigdemont y Pol Leiva de ACDC, Luca Gervasoni de Lafede, Joan Caball de Unió Pagesos, Àngels Massip de la Intersindical, Assumpta Barbens de la IAC, Àngel Massagué de Focir, Eva Labarta de Irídia, Elisenda Paluzie, presidenta ANC, Clàudia Pujol, vicepresidneta Òmnium y Tamara Carrasco.

"Nos seguiremos encontrando a las calles", han expuesto al clausurar el acto. La concentración se ha acabado pidiendo la libertad para cada uno de los presos y presas y el retorno de los exiliados y las exiliadas.

Concentraciones en Tarragona, Lleida y Girona

Las concentraciones se han reproducido en todo el país. En Tarragona cientos de personas han salido a la plaza de la Font para gritar que "la autodeterminación no es delito".

En Lleida se han concentrado en la plaza Ricard Vinyes con gritos de "libertad". Y, en Girona, en la plaza de la Independència.


Lo volveremos a hacer, el punto y final

Después de cuatro meses de juicio, el último turno ha sido para los acusados. Los doce, sentados de nuevo en el centro de la sala, han tomado la palabra para reiterar sus convicciones, para defender devolver el procés a la política, para reclamar diálogo, para agradecer el apoyo a sus familias...y para advertir al tribunal de la transcedència de la decisión que deberan tomar.

La sala, llena hasta los topes. En la primera fila, el president de la Generalitat, Quim Torra, y el presidente del Parlament, Roger Torrent, al frente de una amplia representación política que hoy ha obligado a desalojar bancos que habitualmente ocupaba la prensa.

Apenas ha tomado la palabra, Oriol Junqueras ha evocado los versos del Canzoniere de Petrarca, aprendidos en la infancia en el Instituto Italiano, para advertir que de poco sirve hablar si nadie escucha. Y el tribunal ha escuchado con atención. A todos y cada uno de los presos, a los cuales el presidente de la sala, Manuel Marchena, ha ido llamado uno tras el otro advirtiéndoles, previamente, que no podían hablar más de los quince minutos que se han acordado.

Junqueras ha consumido apenas cinco de los minutos que le tocaban para acabar reclamando devolver el pulso catalán a la política. Al diálogo, la negociación y el acuerdo. Raül Romeva ha advertido que en el banquillo de los acusados no hay sólo 12 personas sino, más de dos millones, por lo cual ha reclamado a los jueces que sean "valientes" a la hora de tomar su decisión.

A la derecha de la sala, los fiscales Jaime Moreno y Fidel Cadena, que han tenido que encajar reproches de los acusados, han seguido las intervenciones con más educación que interés. Javier Zaragona y Consuelo Madrigal, no estaban. Sí ha seguido los parlamentos la Abogada del Estado, Rosa María Seoane. Los dos representantes de la acusación popular, los diputados de Vox Javier Ortega Smith y Pedro Fernández, han evitado ni siquiera mirar a los acusados. De hecho, Ortega ha dejado escapar algún bostezo.

Joaquim Forn ha recordado al tomar la palabra que lleva casi 600 días en la prisión, ha reprochado que se le condena por sus ideas, pero que sigue luchando por la democracia y la libre determinación de Catalunya. "No creo que sea delito", ha remachado.

Lo escuchaban entre el público su esposa y su hija, sentados con las familias, esposas, marido, hijos y compañeros del resto de acusados. A medida que avanzaban las intervenciones la emoción se ha ido concentrando en la sala de plenos del Supremo.

También en la voz de los acusados. Jordi Turull ha advertido al tribunal que Catalunya la palabra resignación no la conoce, pero se le ha roto la voz cuando ha agradecido el apoyo de su familia. Josep Rull ha evocado "el Govern del presidente legítimo, Carles Puigdemont". "Saldremos adelante", ha asegurado.

...

"No me gustaría estar en su piel", ha advertido a los jueces Jordi Sànchez, que ha citado a Sócrates y Hannah Arendt, y la norma Lamardi creada por un preso que conoció en Lledoners, según la cual al final ninguna puerta se resiste. Ha sido un momento curioso en que, a pesar de la tensión, Sànchez ha conseguido arrancar una sonrisa de los presentes, incluido entre los jueces, antes de advertir del convencimiento al 100 por 100 que también Catalunya conseguirá abrir la puerta.

La carga más directo contra la Fiscalía ha sido la de Carme Forcadell que, vestida con chaqueta y pantalón amarillo, ha recordado que ha sufrido ya "447 días de prisión injusta" antes de dar repaso a las inexactitudes y errores del informe de las acusaciones. "Espero que tengan en cuenta todas estas circunstancias y juzguen todos los hechos comprobados y no las falsas especulaciones que falsean la realidad", ha reclamado.

También Dolors Bassa ha reiterado sus convicciones a la vez que advertía a los jueces de la trascendencia de la decisión que tienen que adoptar ya que la sentencia que dicten no solos marcará el final de su vida sino "el principio de la solución para muchas personas".

La mayor parte de las intervenciones no han consumido el tiempo asignado, pero las frases que iban dejando caer resonaban en las paredes rojas y adamascadas de una sala que otro mes de junio de hace 84 años vivió un juicio inquietantemente similar.

El último de los presos que ha hablado ha sido Jordi Cuixart. Ha dejado claro que se considera un preso político y que siempre ha actuado con conciencia y coherencia. "Todo lo que hice lo volvería a hacer", ha asegurado tanto al empezar como al acabar. Mirando al tribunal ha replicado a la pregunta de si alentó a la gente a salir a la calle exclamando en catalán: "Catalans, movilizació pacífica, democràtica, permanent i cívica".

Santi Vila ha abierto el turno de los encausados que se encuentran en libertad. Cuando Vila ha tomado la palabra, Torra ha abandonado unos momentos la sala, lo cual ha provocado todo tipo de comentarios. Después de un breve receso, han acabado Meritxell Borràs y Carles Mundó, que ha insistido en que este juicio es un fracaso de la política y ha pedido el deseo -"seguro que compartido por millones de personas"- que los presos salgan el libertad.

Mucho antes de la hora prevista y después de cuatro meses de sesiones, el juicio al procés ha acabado y el Marchena ha pronunciado el esperado visto para sentencia.

Fuente
https://www.elnacional.cat
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