Congelar el precio del alquiler y las otras medidas sociales que auparon al Sinn Féin

 Movilizaciones de inquilinos en Dublin en 2019.
Martín Cúneo

“Hay una generación entera que considera la vivienda como su primera preocupación”, explicaba Eoin Ò Broin, una de las caras visibles del Sinn Féin y responsable de políticas de vivienda. Así lo entendió el partido que nació como brazo político del IRA en las elecciones de este domingo 9 de febrero, donde la vivienda se convirtió “si no en el tema principal, en uno de los más importantes de la campaña”.

La victoria de este partido de izquierda, liderado por Mary Lou McDonald, con el 24,5% de los votos, rompe con décadas de bipartidismo en irlanda y abre la posibilidad de un gobierno de coalición de marcado carácter social.

Las medidas estrellas del Sinn Féin para estos comicios fueron la congelación de los precios del alquiler durante tres años y la construcción de 100.000 nuevas viviendas públicas. También incluyó en su programa un mayor control y regulación de las tasas hipotecarias para evitar abusos.

Los resultados de las elecciones son una demostración de la “pérdida de fe” de decenas de miles de jóvenes en las políticas de vivienda de los partidos tradicionales Fine Gael y Fianna Fáil

Según el periódico Irish Times, este punto “fue un importante factor para el éxito del Sinn Féin en las elecciones generales” y una demostración de la “pérdida de fe” de decenas de miles de jóvenes en las políticas de vivienda de los partidos tradicionales Fine Gael y Fianna Fáil.

Según una encuesta publicada poco antes de las elecciones, el 38% de los votantes del Sinn Féin consideraban la vivienda como el factor más importante para decantar su voto. La misma encuesta señala una mayor preocupación por los temas de vivienda entre la población joven, un factor que fue tenido en cuenta en la campaña del Sinn Féin.

“Nos están diciendo que el Estado ha fallado —decía el portavoz de vivienda del Sinn Féin—. En una economía robusta como esta, donde la gente con buenos salarios no puede pagar el alquiler, ¿qué esperanzas tiene la gente con pocos ingresos?”.

La crisis habitacional que sufre Irlanda desde hace años ha llevado a que Dublín se haya convertido en una de las diez ciudades más caras del mundo para alquilar, por delante de Tokio o Singapur. Según un informe del Deutsche Bank de 2019, para vivir en un apartamento de dos ambientes de rango medio en la capital irlandesa había que pagar 2.018 dólares al mes, un 23% más que en 2014. Una crisis que también tiene su reflejo en las personas sin hogar, cuyo número se ha multiplicado por cuatro en el último lustro.

“Las ganancias de los arrendadores y de los fondos de inversión nunca habían sido tan grandes. Y casi no pagan impuesto, gracias a los privilegios fiscales”, explicaba Eoin Ó Broin, del Sinn Féin

Esta particular crisis que vive Dublín se ha sentido en las recientes elecciones. En en centro de Dublín, el Sinn Féin obtuvo un 35,7% más que el partido Fine Gael del hasta ahora ministro de Finanzas, Paschal Donohe.

“Las ganancias de los arrendadores y de los fondos de inversión nunca habían sido tan grandes. Y casi no pagan impuestos gracias a los privilegios fiscales que el Gobierno les ha dado”, explicaba Eoin Ó Broin, quien suena como ministro de Vivienda en caso de que el Sinn Féin logre formar gobierno. “Así que congelar el precio del alquiler durante tres años no tendría ningún impacto negativo en la oferta. Pero aunque tuviese un pequeño impacto, nuestra inversión en vivienda asequible para la gente trabajadora resolvería ese problema inmediatamente”.


Victoria agridulce del Sinn Féin en Irlanda

El Sinn Féin intentará formar Gobierno tras una victoria electoral que ha supuesto el fin del bipartidismo que durante décadas han encarnado Fianna Fáil y Fine Gael.

Un nuevo terremoto electoral ha sacudido este fin de semana Irlanda. El 8 de febrero se han celebrado en Irlanda las elecciones parlamentarias que han quebrado el sistema de partidos Irlandés. Acostumbrados a un bipartidismo de corte turnista en el que el gobierno ha estado ocupado durante años por el Fianna Fáil (FF) o por el Fine Gael (FG) (ambos partidos situados en el centro-derecha), el tremendo auge del Sinn Féin (SF) ha provocado una enorme incógnita en torno al futuro del país.

El partido nacionalista, Sinn Féin, que desde hace años reclama la unificación de la totalidad del territorio insular, es decir, la adhesión de Irlanda del Norte; habría obtenido un 24.5% de los votos, situándose a la cabeza. El Fianna Fáil y el Fine Gael han perdido su habitual hegemonía alcanzando un 22.2% y un 20.9% respectivamente. Sin embargo, el complejo sistema electoral irlandés de transferencia de voto, que funciona a través de la elección escalonada de la preferencia de los candidatos, ha penalizado a un SF que no esperaba este enorme crecimiento. El partido de Mary Lou McDonald ha obtenido 37 escaños de los tan solo 42 candidatos que el Sinn Féin había presentado. Fianna Fáil ha sido el que ha capitalizado mejor sus votos habiendo obtenido 38 escaños frente a los 35 de Fine Gael.

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https://www.elsaltodiario.com
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