Arranca en Madrid el juicio por la matanza de los jesuitas en El Salvador

Mural: víctimas de la matanza de la UCA en San Salvador
naiz:

La Audiencia Nacional española juzga desde ayer al coronel y exviceministro de Defensa salvadoreño Inocente Montano por su presunta participación en «la decisión, diseño o ejecución» de la masacre de los jesuitas en 1989 en El Salvador, entre ellos el vasco Ignacio Ellacuría, hechos por los que se enfrenta a 150 años de cárcel. Los jesuitas saludan el juicio, pero lamentan que este no haya podido celebrarse en el país centroamericano.

La fecha para el juicio por la matanza de la UCA (Universidad Centroamericana) estaba ya señalada antes de que se decretará el estado de alarma el 14 de marzo por la pandemia y se ha mantenido, fundamentalmente porque el ya septuagenario acusado se encuentra preso desde 2017 y su prisión provisional ha sido prorrogada hace unos meses, por lo que urge sentarle en el banquillo.

La Sala tiene fijadas 10 sesiones de juicio repartidas entre el 8 de junio y el 16 de julio, calendario que en principio no ha sufrido alteraciones.

El excoronel será el primer militar salvadoreño que responderá por la muerte de los cuatro jesuitas españoles y el vasco Ignacio Ellacuría, entonces rector de la UCA e ideólogo de la Teología de la Liberación.

René Yusshy Mendoza, quien fuera teniente destinado en la escuela militar Capitán General Gerardo Barrios y miembro del batallón Atlácatl, brazo ejecutor de la masacre, fue eximido del caso por haber confesado los hechos, haber cumplido condena en su país y colaborar con el tribunal para esclarecer los hechos.

Según la Fiscalía, ambos «participaron en la decisión, diseño o ejecución del asesinato», el 16 de noviembre de 1989, del rector de la UCA, Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes Mozo, Amando López Quintana y Juan Ramón Moreno Pardo. También mataron a los salvadoreños Joaquín López (sacerdote), a la empleada doméstica Julia Elba y a su hija menor Celina Mariceth Ramos.

Matar al intermediario
Según el relato de la Fiscalía, el año 1989 «fue el punto clave de la década de guerra civil en El Salvador» al alterar los resultados de las elecciones «de forma irrevocable el panorama político del país».

«Los jesuitas, especialmente Ignacio Ellacuría, habían asumido el liderazgo» para negociar una salida dialogada al conflicto armado. El sacerdote vasco «era el único intermediario que hablaba con todas las partes y actuaba de puente entre el presidente (Alfredo) Cristiani y los rebeldes» de la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), lo que lo convirtió en «objetivo de la extrema derecha», que culpaba a la Iglesia «de una conspiración comunista internacional».

En este contexto, el 15 de noviembre, «el alto mando y otros líderes militares veteranos, la mayoría de los cuales pertenecían a la Tandona ( una asociación de 20 oficiales que ocupaban las posiciones claves del Ejército y del Gobierno), decidieron proceder con las ejecuciones».

Montano estuvo dos años detenido en EEUU hasta su entrega al Estado español en noviembre de 2017. El tribunal especial español procesó a una veintena de exmilitares salvadoreños por la matanza de los jesuitas, pero las autoridades de ese país ignoraron las órdenes de extradición, por lo que hasta ahora Montano, al haber sido detenido en EEUU, es el único que ha podido ser puesto a disposición de la Justicia.

Compañía de Jesús
El juicio se reanudará mañana con la declaración de Montano. La nueva condición de testigo de Yusshy dibuja un nuevo panorama toda vez que su interrogatorio, ahora obligado a decir la verdad, se antoja clave.

La Compañía de Jesús mostró su satisfacción por el juicio pero lamentó no se haya podido celebrar en El Salvador por el «significado simbólico y restaurativo» que hubiera podido tener para el país centroamericano y por poder representar a las miles de víctimas salvadoreñas que quedaron en el anonimato.

 

(ACTUALIZACIÓN) - Montano se queda como único acusado por la muerte en El Salvador del sacerdote Ellacuría
El excoronel y exviceministro de Defensa salvadoreño Inocente Montano se ha quedado como el único acusado en el juicio por la muerte de jesuitas españoles en El Salvador en 1989, entre ellos el vasco Ignacio Ellacuría, una vez que la Audiencia Nacional ha declarado prescritos los hechos para René Yusshy Mendoza, quien fuera teniente del Ejército.

En la primera sesión de la vista oral, dedicada a las cuestiones previas, el tribunal ha accedido a la petición de la defensa de Yusshy Mendoza de declarar extinguida la responsabilidad penal del exteniente salvadoreño y miembro del batallón Atlácatl, ejecutor de los homicidios, cuya condición pasa ahora a ser la de testigo.

Con esta decisión, Montano se queda como el único acusado en este procedimiento, en el que se enfrenta a 150 años de prisión por la muerte de esos cinco jesuitas, entre ellos Ignacio Ellacuría, entonces rector de la Universidad Centroamericana (UCA) e ideólogo de la Teología de la Liberación.

La petición fiscal para Montano contrastaba con la de Yusshy Mendoza, pues la Fiscalía solo reclamaba una pena de un año por cada uno de los cinco jesuitas, al aplicarle la eximente incompleta de miedo insuperable y dos atenuantes por confesión y por haberse ofrecido a reparar el daño, en correspondencia a su «muy» activa colaboración con la Justicia.

Pero eso ya no será así tras la decisión del tribunal, que ha sido previamente respaldada por todas las partes tras la petición de la defensa de Yusshy, que ha recordado que su cliente ya fue encarcelado en el país centroamericano hasta 1993 cuando la Ley de Amnistía le puso en libertad.

Prescripción

El letrado ha explicado que «el plazo de prescripción vence a los 20 años» y que contra Yusshy «no se dirigió el procesamiento hasta 2011» sin que previamente existiera querella, denuncia o escrito de parte contra él, además de mencionar que los jesuitas salvadoreños y el actual rector de la UCA destacan su colaboración estos años.

La Fiscalía ha reconocido que «ya han pasado sobradamente esos 20 años» y que, por tanto, «procede declarar prescritos los delitos» mientras que las acusaciones se han adherido a ella no sin antes subrayar que Yusshy «está reinsertado, tiene trabajo, no ha vuelto a delinquir, desde 2012 mostró su arrepentimiento y gracias a su colaboración se tienen elementos probatorios». Y además, han precisado, «pidió y recibió perdón». Yusshy, que ha seguido la sesión desde el Consulado, pasa a ser testigo y declarará el próximo 7 de julio de forma presencial.

Ahora, el juicio se reanudará el miércoles a las 10.00 horas con la declaración del ya septuagenario Montano, en prisión provisional desde 2017, que se queda como único acusado en el procedimiento.

De hecho, la nueva condición de testigo de Yusshy dibuja un nuevo panorama en el devenir del juicio toda vez que su interrogatorio, ahora obligado a decir la verdad, se antoja clave contra Montano.

El excoronel es el único procesado puesto a disposición de la Justicia española -fue entregado por EEUU el 29 de noviembre de 2017-, después de que las autoridades salvadoreñas denegaran las órdenes de extradición contra una veintena de exmilitares, acusados de «participar en el diseño y ejecución de los asesinatos».

 

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