Estigmatización de la protesta social en los noticieros colombianos

Manifestante sostiene pancarta contra RCN y Caracol
Colombia Informa

El 8 de septiembre fue asesinado el abogado Javier Ordóñez por policías en Bogotá. Los días posteriores, en varias ciudades se han llevado a cabo protestas contra la brutalidad policial; mientras tanto, los noticieros de los medios masivos de comunicación Caracol y RCN han sido cómplices de la criminalización de la protesta social.

Luego del video difundido en redes sociales en el que se evidenció que a Javier Ordóñez lo atacaron dos policías con una pistola taser, y que testigos informan que fue asesinado en el CAI de Villa Luz, en Bogotá, la sociedad se volcó a las calles para manifestar su digna rabia contra este asesinato y los múltiples casos de brutalidad policial que se han vivido en el país, y que muchos de ellos continúan en la impunidad.

En medio de estas manifestaciones se utilizaron grafitis como medio de denuncia y acciones directas, principalmente contra los Comandos de Acción Inmediata -CAI- donde se han denunciado prácticas de tortura y violaciones, perpetradas por la policía nacional contra las personas detenidas.

Los noticieros de los medios de comunicación masivos Caracol y RCN narraron lo sucedido, dejando en evidencia una posición política que estigmatiza y criminaliza la protesta social, y en ese sentido, legitima los señalamientos que desde diferentes sectores sociales se hacen a quienes salen a las calles a exigir sus derechos y expresar su digna rabia.

Las noticias en Caracol

El 9 de septiembre, una presentadora de Noticias Caracol mencionó en dicho noticiero que “violentos están atacando y quemando los CAI, agrediendo a uniformados y vandalizando el transporte público”, y luego señala que “los violentos protagonizaron desmanes que opacaron las protestas pacíficas en varias ciudades del país”.

Al día siguiente, el 10 de septiembre, en el mismo noticiero se expresó que “cerca de 97 policías heridos dejaron los actos vandálicos ocurridos la noche anterior en Bogotá y en otras ciudades”, y posteriormente enuncia que “53 estaciones de policía, entre ellas 45 CAI fueron vandalizados, incinerados y destruidos”. Estas ideas no solo las enunciaron con sus palabras, sino que Noticias Caracol las reforzó con titulares en la pantalla como “Caos y desmanes en Bogotá”.

Para el caso de Medellín, el titular dice “Violentos querían tomarse estación central”. En este medio, el reportero también expresó que en Bogotá “los criminales bajaron a los pasajeros y conductores para acabar con los buses”.

 

Y así, durante varios días, entre las diferentes emisiones que hacía Noticias Caracol, los adjetivos vándalos, violentos y criminales fueron repetidos en múltiples ocasiones, transmitiendo este mensaje a la opinión pública, y legitimando las acciones brutales y desmedidas que se tomaron contra las personas que se movilizaron.

 

Las noticias en RCN

Igualmente, en los noticieros de RCN, los calificativos vandalismo y desmanes fueron los más recurrentes en sus expresiones sobre las protestas contra la policía nacional.

En la emisión del 9 de septiembre, un reportero del canal expresó que “todo el sistema de basuras que hay sobre la Carrera 77 también fue vandalizado”. Al día siguiente se mencionó que “también se presentaron, hace contados minutos, varias manifestaciones en la Calle 13, específicamente con Carrera 65. Allí vandalizaron una EPS.”; pero en esta noticia en particular, no hubo ninguna referencia al caso de violación de una mujer al interior de esta clínica, que era el motivo por el que protestaban los colectivos feministas.

Asimismo, RCN reforzó estas ideas con titulares en pantalla como “Nuevos actos de vandalismo hoy en Bogotá” y “Vándalos incendiaron CAI de Villa Luz”.

Así, el concepto de vándalos lo utilizan como sinónimo de manifestantes, pues el 10 de septiembre, una presentadora del noticiero alternaba entre estos conceptos para referirse a lo sucedido en diferentes ciudades con el fin de evitar la repetición, desconociendo el significado y las implicaciones políticas de cada uno.

“La destrucción sistemática de los vándalos que continuó hoy”, expresó un reportero en los titulares de la última emisión del noticiero el 10 de septiembre. Y la narración de un reportero en las primeras emisiones de ese mismo día planteaba que “56 CAI de la Policía hoy no pudieron funcionar (…) incluso 17 de estos Centros de Atención Inmediata amanecieron con una gruesa capa de hollín producto del fuego que los desadaptados les prendieron”.

En la emisión del 12 de septiembre, cuando un sector de la hinchada del equipo de fútbol Millonarios defendió a la policía, su titular de pantalla decía “hinchas evitaron ataques de vándalos”, cuando en otros momentos a esos mismos que llamaron hinchas, los han calificado como barras bravas, dando cuenta de la manipulación informativa en cuanto a los calificativos que usan dependiendo de la situación y los intereses.

No existe la neutralidad en los medios

Este análisis de los discursos refleja la responsabilidad que tienen estos dos medios de comunicación nacionales en el señalamiento de la protesta social; esto se traduce en represión y legitimación del accionar militar y paramilitar contra los manifestantes, a partir de su posicionamiento ideológico en la opinión pública.

Utilizar los términos violencia, desmanes, vándalos y criminales, para hacer referencia la protesta social, desconoce el potencial transformador que tienen los proyectos políticos de las personas, colectividades y movimientos sociales que salen a protestar a la calle contra un orden imperante, y las reduce a personas con poca capacidad de reflexión, salvajes en términos peyorativos, y completamente desordenadas.

Así, lo que se evidencia en los medios de comunicación es una disputa por la representación de la vida; “La comunicación se presenta como un proceso social de producción de sentidos y significados inserto en una cultura que es un campo de pugna por el significado de la vida, de la experiencia y del mundo, donde se encuentran diferentes voces y miradas que entran en conflicto”, menciona Aram Aharonian en su texto El asesinato de la verdad.

Repetir muchas veces las mismas expresiones descontextualizadas y sin análisis conceptual, es una táctica que logra el objetivo de que las personas reproduzcan ese mismo discurso y acepten estos postulados ideológicos, presentados bajo una falsa idea de neutralidad.

Noam Chomsky y Edward Herman en su texto Los guardianes de la libertad plantean que los medios de comunicación de masas movilizan en favor de los intereses estatales a partir del énfasis y el lenguaje que utilizan.

Así, con el titular en pantalla “Ciudadanos rechazan actos vandálicos”, Noticias Caracol entrevista a personas que expresan que lo sucedido:

“Es una gaminería. Sí, la embarraron unos señores de la policía, pero no es para que rompamos las cosas, matemos gente (…)”. “Rabia, dolor, porque cómo es posible que se tiren el CAI, sabiendo que eso es de nosotros”. “Estoy en contra del vandalismo, de que hagan las cosas de esta manera. Sí tenemos derecho; pero no esta manera de protestar”, dando cuenta de la asimilación del mismo discurso presentado en los diferentes noticieros.

Estas expresiones desconocen el asesinato de 11 personas, producto del abuso de fuerza por parte de la policía, que utilizó armas de fuego contra las personas que se movilizaron en Bogotá.

El tiempo dedicado por los noticieros para indagar e informar sobre esto es muy poco en comparación del espacio que utilizan para referirse a las acciones de «violencia» y «vandalismo», a pesar de que los múltiples videos en redes sociales evidencian el accionar irresponsable por parte de la policía.

Este elemento se presenta en el marco de la relación que construyen los medios de comunicación con las víctimas, en donde, siguiendo a Chomsky y Herman, para la producción de los medios masivos existen víctimas «dignas» e «indignas». Con respecto a las primeras, los medios brindan mayor profundidad en la información y se les humaniza, generando indignación en los espectadores.

“La prensa conoce tanto el oficio de crear reputaciones que puede hacer pasar al asesino por víctima y a la víctima por asesino. Esa es su función. (…) Si no están prevenidos, la prensa los llevará a odiar a los oprimidos y a amar a los opresores”, aseguró Malcolm X en uno de sus textos.

Por ello, en múltiples comentarios de redes sociales y en espacios públicos, algunas personas exigían respuestas violentas contra la protesta social, tales como la presencia del Ejército Nacional, y legitimaban el uso de las armas de fuego por parte de la Policía, pues han interiorizado un discurso criminalizador que se debe, principalmente, al impulso que dan los medios corporativos como Caracol y RCN.

Lo expuesto no es exclusivo de estos dos medios, pues diferentes medios de comunicación nacionales, regionales y locales también han hecho parte de este discurso cómplice durante los últimos días de protesta social en Colombia.

Fuente
https://www.colombiainforma.info
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