Durante cinco días, campesinos y campesinas de todo el país se reunieron en Saravena, Arauca, para establecer rutas de acción común por la defensa del campesinado y de sus territorios. Confrontar el modelo extractivista y seguir caminando hacia una reforma agraria popular y democrática, fueron algunas de las conclusiones.
Entre el 14 y 19 de noviembre se realizó la VII Asamblea del Coordinador Nacional Agrario -CNA-, una organización nacional que reúne a campesinos, trabajadores agrarios y agromineros de 22 departamentos de Colombia. Según los organizadores, el evento fue exitoso pues, por un lado, todas las delegaciones llegaron sin ningún contratiempo, y además se pudieron abordar tranquilamente todas las discusiones que se tenían proyectadas.
Durante estos días discutieron alrededor de diez ejes distintos que reúnen las principales problemáticas y retos que afectan al campesinado en Colombia. Estas fueron algunas de las conclusiones:
Economía propia para resistir
«Es importantísimo para las organizaciones populares del CNA hacer procesos de resistencia desde la autofinanciación y autogestión de recursos porque así logramos, a través de la economía propia, hacer una contrahegemonía al sistema capitalista», aseguró Julián Tangua, integrante de la región nororiental y quien participó de la mesa de economía propia.
En esta mesa se discutió acerca de la importancia de hacer un diagnostico para entender cuáles procesos de autogestión ya están andando, en qué etapa se encuentran, qué ha funcionado y qué no, para así poder establecer una ruta de planes piloto por regiones.
Además, se reconoció el papel fundamental de las mujeres en la construcción de propuestas de economía propia, pues son ellas quienes han liderado estos procesos en distintas regiones del país.
¿Cómo se imaginan la Reforma Agraria?
Los campesinos y campesinas realizaron una caracterización acerca de cómo el CNA piensa e imagina la reforma agraria. Tierras, producción, comercialización e insumos fueron algunos de los conceptos clave en esta discusión. Según Jorge López, integrante de la Asociación Nacional Campesina José Galán Zorro «podríamos decir que el CNA se piensa una reforma agraria para la construcción de la soberanía alimentaria, de la territorialidad campesina. Una reforma agraria que no sea reformista, es decir que nos permita avanzar en la lucha popular para construir un país para la vida digna y otra forma de vivir en el territorio».
Algunas de las tareas que se derivaron de este debate consisten en posicionar la importancia de la reforma agraria en el país para que, más que una bandera de lucha, sea un concepto del cual las organizaciones se apropien. Además, en este espacio también se hizo la declaratoria de nuevos Territorios Campesinos Agreoalimentarios para las regiones, de recuperación de tierras y del fortalecimiento de esa propuesta de distribución y redistribución de la tierra en el país.
Un horizonte de formación y comunicación popular
Se realizó una mesa específicamente para abordar los temas relacionados con formación y comunicación. En esta se enfatizó en la importancia de retomar un plan de formación a través de seminarios sobre temas vitales como la economía propia, soberanía alimentaria, agroecología, patriarcado, etc.
«En comunicaciones, nuestra apuesta es fortalecer la estrategia comunicativa desde la comunicación popular, así como nuestras apuestas por medio del arte, la cultural, la música, entre otras», afirmó Jennifer, integrante de la región nororiente, quien participó de esta mesa.
Los cultivos y la defensa de quien siembra
Durante la asamblea se hizo una lectura de contexto en la que se reconoce el narcotráfico como un problema macro, de país, e incluso internacional. Asimismo, se reconoció la importancia de acoger a los campesinos, independientemente de lo que les haya tocado sembrar y entendiendo las particularidades de cada territorio. «Esta es una postura nacional… como CNA se toma la decisión de defender al campesino a capa y espada, como siempre lo hemos hecho», dijo Víctor Andrés Romero, diputado en el departamento del Cauca e integrante del CNA.
La apuesta por la lucha institucional
En esta asamblea se incluyó la disputa institucional como parte de los ejes de trabajo. En esta mesa se abordaron distintos escenarios de participación como la formulación de planes de desarrollo y de ordenamiento territorial, la participación en Juntas de Acción Comunal, en Consejos Municipales de Desarrollo Rural, juntas de colegios y administraciones locales.
Además, rescataron la importancia de la representación en el Senado de la República, la cual actualmente está a cargo de Alberto Castilla, quien antes fue presidente del CNA. «Tenemos un senador campesino que durante dos periodos ha luchado por el reconocimiento del campesinado como sujeto de derechos», aseguró Robert Daza, líder campesino del CNA e integrante del Comité de Integración del Macizo Colombiano -CIMA-.
Actualmente, el acto legislativo para que se modifique el artículo 64 de la Constitución, con el objetivo de reconozca al campesinado como sujeto de derechos, por primera vez pasó la plenaria del Senado y va para la discusión en la Cámara de Representantes.
Este reconocimiento ha sido una de las principales demandas del CNA. Según Robert, «es importante que el campesinado sea reconocido como sujeto de derechos porque eso le da posibilidad de crear una institución que lo atienda, tener programas por parte del Estado que reconozca su economía y cultura propia, y que tenga la posibilidad de ser objeto de especial protección»
Los pasos hacia un horizonte de cuatro años
Como en cada asamblea, el último día fueron elegidos los nuevos integrantes de la Junta Nacional del Coordinador Nacional Agrario. En este caso, Ernesto Roa, quien fue presidente de esta organización durante los últimos cuatro años, aseguró que «el juramento no es solo para quienes quedaron en la junta, sino para todos los que están en los territorios… Nos vamos a pensar, desde la última vereda, cómo fortalecer un mismo horizonte».
En un acto simbólico, Roa entregó un bastón, un poncho y una gorra a cada uno de los nuevos integrantes, incluido Adelso Gallo, un reconocido líder campesino de la región del Centro Oriente y quien asumió el cargo de presidente del CNA. «La conjugación de las lecturas, los análisis, nos indican una cosa: el pueblo campesino, en general, tiene una amenaza grave y profunda: la agenda neoliberal», aseguró.
Esta misma lectura tuvo Leonor Yonda, lideresa campesina del Cauca y nueva vicepresidenta del CNA. «Sostenemos que el campo está en crisis y nuestra apuesta es seguir confrontando ese modelo extractivista, de guerra, de muerte, y plantear una reforma agraria popular y democrática». Yonda, quien es la segunda mujer que asume este cargo, también enfatizó en la importancia de la soberanía alimentaria y la economía campesina popular como estrategias para sobrevivir a la guerra del hambre.
Estas discusiones y Junta Nacional guiarán el plan de trabajo durante los próximos cuatro años, hasta la siguiente asamblea. Para Adelso, esta ruta se resume en la tarea de «luchando por el territorio, quedarse en el territorio y, por supuesto, hacer frente a las amenazas que, desde la política sobre todo, se ensañan y generan formas de seguir profundizando el modelo».