El embajador ruso ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, sostuvo que las Fuerzas Armadas de Kiev están detrás de la destrucción parcial de esta importante presa y lamentó que una parte de la comunidad internacional desoiga sus demandas y culpe automáticamente a Moscú por los hechos.
Horas después de que colapsaran las vigas de compuerta en la parte superior de la central hidroeléctrica de Kajovka, en la región de Jersón —provocando inundaciones y el desalojo de miles de personas—, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas llevó a cabo en Nueva York una reunión extraordinaria para hablar sobre el tema.
Allí, ante la comunidad internacional, Nebenzia aseguró que el Ejercito ucraniano perpetró estas agresiones con la finalidad de reagrupar sus fuerzas y provocar una catástrofe humanitaria en la zona, que está en constante disputa entre Kiev y Moscú desde que comenzó el conflicto en Ucrania en 2022. El río Dniéper es la línea que divide a ambos bandos.
"Este ataque tiene dos objetivos clave. Primero, atraer mucha atención para crear más oportunidades [para Ucrania] de reagrupar a sus unidades y proseguir con la contraofensiva altamente publicitada, que está claro que no ha podido ser así, [porque] no se han logrado los objetivos de Kiev", señaló el diplomático.
"El segundo objetivo es infringir daños a la población de amplios territorios como resultado de la destrucción de un importante embalse de una central hidroeléctrica de la región", añadió.
Ya había advertencias
Desde octubre pasado, dijo Nebenzia, Rusia alertó sobre los posibles planes de las fuerzas de Zelenski para atacar la presa. Sin embargo, la ONU desatendió su advertencia, acusó.
"Hemos advertido a la comunidad internacional y a los líderes de la ONU sobre esta amenaza. A fines de octubre de 2022, circulamos un documento oficial del Consejo de Seguridad, una nota de la misión permanente sobre los planes del régimen de Kiev para destruir [la central hidroeléctrica de ] Kajovka", explicó Nebenzia.
"Lamentamos que nuestros llamados al secretario general para que haga todo lo posible por prevenir este horrible crimen no hayan sido debidamente atendidos", comentó Nebenzia durante la reunión.
El Gobierno de Vladímir Putin calificó la destrucción parcial de la presa como un "ataque terrorista" e instó a la comunidad internacional a condenar las "acciones criminales de las autoridades ucranianas".
"El régimen de Kiev ha cometido un crimen indecible haciendo explotar el embalse de la central hidroeléctrica de Kajovka y así la corriente del rio Dniéper no se puede controlar y miles de personas necesitan ser evacuadas", explicó el embajador de Rusia ante las Naciones Unidas.
Culpar a Rusia, como de costumbre
Nebenzia también recordó que los intentos de responsabilizar a Moscú por estos ataques obedecen a la misma lógica "esquizofrénica" que se siguió cuando se quiso culpar a la nación euroasiática por las explosiones a los gasoductos Nord Stream 1 y 2, algo que nunca pudo ser comprobado y que, además, ha sido refutado por distintas versiones, entre ellas la del periodista y ganador del Premio Pulitzer, Seymour Hersh.
"El liderazgo de la Secretaría General [de la ONU] no duda en replicar conclusiones que señalan que estos crímenes supuestamente son resultado de las acciones de Rusia en Ucrania. Esto se desvía completamente de los principios de imparcialidad del artículo 100 de la Carta de las Naciones Unidas", criticó Nebenzia.
Según el diplomático ruso, los ataques ucranianos a la presa son "un sabotaje deliberado de Kiev contra una infraestructura fundamental y esto es sumamente peligroso porque puede ser calificado de terrorismo activo y de crimen de guerra".
Por ello, dijo, "queremos pedir al secretario general que lleve una evaluación objetiva de los actos perpetrados por el régimen de Kiev y que los condene".
Además, insistió en que el organismo global establezca claramente cuáles han sido las acciones en torno a la central eléctrica de Kajovka. De lo contrario, afirmó Nebenzia, "no podemos tolerar más explosiones".
Las inundaciones provocadas por los ataques de Kiev suceden en momentos en que las Fuerzas Armadas de Ucrania llevan a cabo ofensivas a gran escala contra las tropas rusas. Sin embargo, estas no han tenido éxito y han derivado en fuertes bajas para el Ejército liderado por Zelenski, según información del Ministerio de Defensa de Rusia.
De acuerdo con las autoridades del país euroasiático, la situación en Nóvaya Kajovka representa un riesgo de grandes inundaciones, cortes de energía y escasez de agua en ambos lados del río Dniéper.