Marlaska vuelve a calificar la dispersión de política del pasado, esta vez en Donostia

No a la dispersión
naiz.eus

En un acto de precampaña del PSE en el palacio Miramar de Donostia, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha vuelto a señalar que no tiene sentido mantener la política de dispersión con ETA disuelta, pero ha dejado las decisiones individualizadas en manos de las juntas de tratamiento.

En el que ha sido su estreno en un mitin, el ministro del Interior y exjuez de la Audiencia Nacional española, Fernando Grande-Marlaska, ha abogado por aplicar a los presos vascos la política penitenciaria ordinaria, calificando la dispersión de política «de otra época», en unas declaraciones similares a las realizadas hace diez días en Canarias.

En esta ocasión se ha referido al fin del alejamiento de los presos en Donostia, sin que sus palabras causaran revuelo ninguno en el acto de presentación de Ernesto Gasco como candidato del PSE para las elecciones municipales de mayo.

«La dispersión tuvo su resultado, claro que sí, pero fue en una época distinta, hemos ganado a ETA» ha considerado Marlaska, que ha abogado por poner fin «a políticas del pasado» y aplicar a los presos vascos «la ley penitenciaria» ordinaria. Ha defendido criterios de transparencia a la hora de modificar la situación carcelaria de los presos y ha recordado que, en cualquier caso, las decisiones serán individualizadas y estarán en manos de las juntas de tratamiento.

La semana pasada, Sare y Etxerat recibieron con reservas las palabras del ministro, dado que el acercamiento de presos está encima de la mesa desde la moción de censura que tumbó a Mariano Rajoy hace siete meses, sin que se hayan dado todavía pasos significativos.

«Los presos tienen que estar en cárceles vascas y no a 200 kilómetros de distancia, como han sido los últimos acercamientos. Esas palabras tienen que volverse realidad», apuntó entonces Sare. Al día siguiente, desde Etxerat advirtieron de que, hasta ahora, «las expectativas creadas han desembocado en mayor nerviosismo y frustración».

En otro orden de cosas, tanto Marlaska como el propio Gasco han dado esta mañana por hecha la construcción de una nueva cárcel en Zubieta, que permitiría cerrar la de Martutene. Ninguno de los dos ha concretado, sin embargo, plazo alguno para el inicio de las obras de la nueva ni para el cierre de la antigua prisión.

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