Efecto Chávez continúa generando debates a 30 años de su primera aparición pública

Hugo Chávez
MPPC/Hugo Chávez

Diversos invitados nacionales e internacionales expresaron sus puntos de vista sobre el “Foro Internacional Revolución y Cambio de Época en el Siglo XXI”, que se llevó a cabo en La Casona Cultural Aquiles Nazoa, ubicada en La Carlota, estado Miranda, en el marco del 30° aniversario de la insurrección cívico-militar del 4 de febrero de 1992.

En ese sentido, la angoleña Elisa Salvador reconoció que el hoy líder eterno de la Revolución Bolivariana ha sido, es y seguirá siendo una luz de esperanza en el mundo, con su diversidad ideológica enmarcada en el socialismo y en su política antiimperialista. Chávez es un referente en su nación, dijo, donde también se vivieron hechos revolucionarios, como el derrocamiento de la tiranía mediante una salida militar en los años 70.

Salvador también elogió al presidente de la República, Nicolás Maduro, por su ejemplo de lucha y de resistencia ante todos los ataques hechos hacia su gobierno por parte de diferentes gobiernos de derecha en el mundo, especialmente el de Estados Unidos. En ese sentido, indicó que en muchos de los países africanos donde se generan semillas revolucionarias inmediatamente la garra imperial busca hacer la guerra.

“Angola es un país donde la población es alegre y motivada, también tenemos el sentido revolucionario y poco a poco hemos venido viendo como los capitalistas han estado dividiéndonos. Sin embargo, hay eventos como este foro que nos permiten aprender e intercambiar conocimientos y ayudarnos a unirnos”, expresó Salvador.

Por su parte, Noel Márquez, director del Grupo Madera, felicitó a los organizadores de este Foro debido a todo lo que significó Hugo Chávez, no solo para Venezuela sino para todo el mundo. “Entre muchas cosas, Chávez fue un músico y desde esa visión impulsó una política de crecimiento cultural en Venezuela. Hoy hemos visto en otras latitudes como la música forma parte también de los movimientos revolucionarios», señaló.
A 30 años del 4F

Este 4 de febrero se conmemoran 30 años de la insurrección militar dirigida por el comandante Hugo Chávez, hecho que captó la atención del país en ese entonces y hoy se aprecia en el mundo como un antes y un después en la historia, así como su gestión presidencial y su liderazgo, que rompieron barreras y trazaron el camino a seguir por todos los pueblos latinoamericanos.

«Hoy vemos cómo en otras naciones de este continente la izquierda ha tomado esos espacios, debido a todos los daños que ha dejado el capitalismo y los gobiernos títeres de la Casa Blanca, visto cómo la dignidad ha impulsado inclusive a la cultura”, expuso Márquez.

Por otra parte, Gilberto Ríos, quien vino desde Honduras a este evento, refirió al legado político de Hugo Chávez. «Es un ejemplo a seguir por todos. En Honduras por primera vez tenemos a una presidenta de izquierda y ha venido con muchas ganas de sacar a mi país adelante, con nuestros propios moldes obviamente, pero con el mismo ideal de Chávez en su momento en Venezuela. También se desarrollará el impulso cultural que, acompañado en otras estrategias sociales, en un futuro rendirá frutos”, expresó.

En torno a este foro, el invitado hondureño resaltó que es importante que realicen este tipo de eventos, debido a que sirven para conocer más de la realidad en el mundo. «Hoy vivimos una pandemia que nos tiene azotados en materia de salud, aunado a que el mismo sistema capitalista sigue favoreciendo a las grandes cadenas farmacéuticas, quienes, en su afán de hacer más dinero, juegan con las patentes y con la vida de miles de millones de personas. Denunciamos eso a través de este evento acá en Venezuela”, enfatizó.
Huella de Chávez en el mundo

El nombre de Hugo Chávez y de su legado también recorre otras latitudes, como es el caso de España, país de donde proviene el académico José Antonio Egido, quien destacó haber estado presente en Venezuela durante 11 años y que esa experiencia le sirvió para aprender mucho. Egido comparte e imparte dichos conocimientos en la nación ibérica, donde dominan las grandes corporaciones y los medios de comunicación dirigidos por la ultraderecha.

“Chávez representa un ejemplo  contundente para los pueblos en el mundo, incluyendo en España, donde tristemente tengo que reconocer que aún no estamos preparados colectivamente para hacer una completa transición hacia el socialismo, como sí ha ocurrido en varios países de América Latina, entre ellos México, Bolivia, Chile, México, Perú, Nicaragua y Cuba. Venezuela resalta como el principal bastión del socialismo y es por eso la nación y el gobierno al que más atacan”, afirmó.

A juicio del invitado español, en este foro hay muchos héroes, entre ellos, el ex ministro boliviano Hugo Moldiz, quien formó parte del gobierno de Evo Morales y quien se tuvo que refugiar en México para evitar su asesinato. «Hoy es un símbolo de lucha y de resistencia contra la derecha y contra la izquierda cobarde. En España, el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha sido una de las personas quien más ha defendido la soberanía y a los gobiernos de Latinoamérica, mientras que los representantes de la ultraderecha plantean un nuevo sistema neocolonial hacia los latinos, pero conducido desde Estados Unidos. Es una actitud arrogante y arrastrada”, aseveró.

El «Foro Internacional Revolución y Cambio de Época del siglo XXI», que inició este jueves 3 de febrero, contó con la participación de representantes de 25 países del mundo, quienes a su vez compartieron con el presidente de la República, Nicolás Maduro Moros, en las instalaciones del Panteón Nacional, ubicado en el centro de la ciudad de Caracas.


"El 4F no ha terminado"

Este es el último mensaje del Comandante al pueblo venezolano en el marco del 4F mientras estaba en La Habana, poco antes de su fallecimiento. Lo reproducimos no sólo por su valor histórico como líder de la Revolución Bolivariana, sino por su reflexión y lo que tiene de memoria así como por su actualidad.

Desde mi corazón de soldado vaya un abrazo infinito para mi pueblo, para Fuerza Armada Nacional Bolivariana, siéntanme entre ustedes en este "Día de la Dignidad Nacional".

Compañeros y compañeras, al conmemorarse el vigésimo primer aniversario de la rebelión cívico militar del 4 de febrero de 1992, quiero dirigir este mensaje fervorosamente bolivariano y revolucionario al pueblo y a la Fuerza Armada como un todo indivisible.

Cuánto lamento estar ausente físicamente del territorio patrio por primera vez en esta luminosa fecha de parto, pero así lo exige esta batalla que estoy dando por la plena recuperación aquí en la Cuba revolucionaria y hermana, sin embargo mi espíritu y mi corazón está con ustedes en este Día de la Dignidad Nacional.

Hay fechas en las que todo el caudal de la historia se revela y marca el rumbo de nuevo de los pueblos, hay fechas que signan y despejan, que se convierten en compromiso y señalamiento de un destino que tiene que acontecer para calibrar el pasado y ver con más claridad el horizonte libertario, así fue el glorioso 4 de febrero de 1992.

En aquella memorable jornada quedaron reivindicadas todas las luchas de nuestro pueblo, en aquella memorable jornada nuestra libertadora y nuestro libertadores volvieron por todos los caminos, en aquella memorable jornada Bolívar se hizo recen de ser y entró en batalla por ahora y para siempre.

Quienes de la mano de Bolívar, Robinson y Zamora, nos levantamos en armas salimos aquella madrugada a jugarnos la vida por la patria y por el pueblo, teníamos plena conciencia de que Venezuela había tocado fondo tres años atrás con la rebelión del 27 de febrero de 1989 que nos había marcado el camino, el pueblo en esa fecha ofrendó su vida combatiendo en las calles el neoliberalismo salvaje que Washington pretendía imponernos.

Quienes estábamos en filas militares no queríamos seguir cargando la ignominia de ser una guardia pretoriana de una clase política tan opresora y corrupta como criminal, nunca más nos iban a utilizar para ahogar en sangre el justo clamor popular.

El Caracazo señaló un fin y un comienzo, fin de un sistema ahogado en la desvergüenza, comienzo de una época de cambios que exigía renacer en dignidad popular.

Quienes irrumpimos contra las tinieblas de la injusticia y la indignidad que abrumaban a Venezuela, por aquel entonces estábamos, como decía el Che Guevara, guiado por grandes sentimientos de amor, un amor bolivariano, popular, rebelde, combatiente, un infinito frenesí libertario que nos llevó, como quería el padre Libertador, a echarnos al miedo a la espalda para salvar la patria.

Nuestro poeta Gustavo Pereira nos dice con estremecedora simplicidad lo siguiente: "El amor es la única cosa importante en el mundo", han transcurrido 21 años desde aquel 4 de febrero, de angustia y madrugada, de valentía y sacrificio, y la marcha sigue siendo dura, pero con la fuerza irresistible del amor recordemos a Bolívar, estamos a paso de vencedoras y de vencedores hacia la independencia definitiva, hacia la patria socialista y liberada.

Yo quiero exaltar hoy el papel de la mujer venezolana el 4 de febrero, una Columbas Rivas, una Marisol Terán, expresan el nutrido grupo de mujeres que acompañó la rebelión, ellas estuvieron en la hora del desprendimiento y del heroísmo, con todo su fervor patrio, con toda su abnegación.

Ahí está la hora latiendo, ahí está la historia latiendo, hecha una con el pueblo que la forja cada día, ahí está el 4 de febrero como un grito sagrado que desde nuestra memoria colectiva le dijo a Venezuela "levántate y anda", y así ha sido gracias al Lázaro colectivo que es el pueblo de Bolívar, todas y todos somos artífices de la patria resurrecta, de la patria que por fin tomó en sus brazos la bandera bolivariana para renacer en la luz de la dignidad.

Desde lo más hondo del corazón del pueblo digo con Aquiles Nazoa que, gracias al 4 de febrero, cada compatriota puede con plena certeza "tender una mañana la mirada sobre el paisaje y decir esta es mi ciudad, esta es mi patria".

Hermanas y hermanos, hoy después de 21 años de aquella rebelión cívico militar, de aquella decisión tomada con el mayor amor a Venezuela, pensada y repensada como única vía posible para tener patria, vivimos en un país real y verdaderamente libre.

El 4 de febrero nuestro pueblo vio el amanecer de su esperanza, gracias al pueblo soldado se sintió de nuevo acompañado por militares patriotas, nosotros salimos a empuñar nuestras espadas en defensa de las garantías sociales, de los derechos de la gran humanidad venezolana, no nos movía otra ambición que la de convertirnos en herederos y continuadores del ejército libertador, queríamos volver a nuestra esencia bolivariana, ser de verdad el pueblo en armas forjador de la libertad.

Ya era mi historia conocida, las insurgencias militares de signo patriótico y revolucionario, El Carupanazo, El Porteñazo y la sexta década del siglo pasado abrieron una brecha histórica, y a pesar de que ambas rebeliones fueron sofocadas brutalmente por la democracia burguesa, había quedado el surco para la semilla. De allí venimos nosotras y nosotros y desde más atrás, desde la Resistencia Indígena, desde las rebeliones de los esclavos, desde Chirinos, Gual y España, Miranda, Bolívar, Sucre, Zamora, Cipriano Castro.

Recuerdo esta reflexión memorable de ese gran pensador revolucionario llamado Walter Benjamin: "El pasado lleva consigo un índice temporal mediante el cual queda remitido toda la redención, existe una cita secreta entre las generaciones que fueron y la nuestra". Bien podemos decir que esta cita secreta tuvo lugar el 4 de febrero de 1992, y el pasado y el presente y el porvenir quedaron remitidos a esa redención.

El 4 de febrero ha quedado plenamente justificado por la historia, quienes nos rebelamos contra el Pacto de Punto Fijo, hemos sido bendecidos por un pueblo que hoy va a la vanguardia por la lucha de la paz y la justicia, y que es vivo ejemplo para los pueblos del mundo.

¡Honor y gloria a los soldados y a los estudiantes caídos!

En 1828 nuestro Libertador escribió: "El patriotismo es un fuego sagrado que no puede estar oculto y que tanto, cuanto se extienda en un sentido verdaderamente puro, tanto más habrá ganado la felicidad del país". Cuánto he meditado sobre estas palabras de nuestro comandante infinito, y mientras más lo hago más me convenzo de que tal fue la razón fundamental que nos llevó a realizar aquella acción heroica del 4 de febrero, ese fuego sagrado que nos atizaba por dentro no podía seguir oculto.

A los valientes soldados bolivarianos, yo entre ellos, nos tocó desatar aquel libertario incendio de justicia que durará siglos y siglos, mientras tengamos patria como ahora que por fin la tenemos.

Dice nuestro Luis Alberto Crespo sobre este servidor: "De aquel 4 de febrero proviene su ardimiento, ahora bien tal ardimiento no es solo mío porque Chávez no soy yo, Chávez es un pueblo, y en realidad y en verdad mientras más se extienda el fuego sagrado en un sentido verdaderamente puro, tanto habrá ganado la suprema felicidad el país de nuestra América y de esta patria inmensa que se llama humanidad".

No estábamos equivocados, aquella certeza que nos alentaba a los soldados bolivarianos es idéntica a la que en este tiempo encarnan millones de compatriotas, y anda en cada rincón de la patria haciendo realidad lo que fue el sentir de aquel acto de rebeldía.

Voy a decirlo con mis palabras de hace 21 años: si nuestro movimiento resulta triunfante le entregaremos el poder a nuestro pueblo para que vivamente lo ejerza y vaya que hoy el pueblo ejerce el poder viva y plenamente.

El 4 de febrero fue un día que generó fuerzas que todavía están en expansión, el 4 de febrero no ha terminado, su espíritu insumiso debe acompañarnos cada día porque los poderes que enfrentamos desde hace más de dos décadas persisten aún en su intento de detener el curso de la historia en Venezuela, en nuestra América y en el mundo, son los poderes que amenazan con destruir a la humanidad y el planeta.

El espíritu de rebeldía debe vivir en cada uno de nosotros para seguir avanzando para no estancarnos, recordemos esta sentencia del comandante en jefe eterno, nos dice Bolívar: "Nada se hace cuando aún falta qué hacer", por ello el "Por ahora" de hace 21 años es hoy un para siempre del pueblo bolivariano.

Mantengamos siempre en alto la divisa del padre Libertador, unidad, unidad, unidad, proclamemos sin vacilaciones la unidad y construyamos cada día, impidamos que el imperio y sus lacayos en su reiterado intento de dividirnos se salgan con la suya, hagamos que florezca el bien inestimable de la unión, todavía tenemos mucha patria que libertar y por eso mismo necesitamos estar cada vez más unidos como pueblo.

Desde mi corazón de soldado vaya un abrazo infinito para mi pueblo, para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, siéntanme entre ustedes en este Día de la Dignidad Nacional, estoy con ustedes llevando la boina roja y el brazalete tricolor, multiplicado en el amor popular, el amor que me sana y me da vida, 4 de febrero bendito seas por ahora y para siempre.

¡Hasta la victoria siempre!

¡Independencia y Patria Socialista!

Fuente
https://albaciudad.org
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