La Organización de Países del Atlántico Norte, conocida como OTAN, fue fundada en 1949 para contener el avance soviético sobre Europa. Lo paradójico es que aunque la URSS se disolvió en 1991, está alianza de potencias occidentales continúa expandiéndose hacia Rusia.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte cuenta con 30 países, muchos de ellos ex repúblicas soviéticas. La OTAN desde sus orígenes ha participado en varias guerras como la de los Balcanes, la guerra del golfo, la invasión a Irak, Afganistán, Libia, y Siria. En todos estos países fue acusada de ser responsable de violaciones a los derechos humanos y por cometer crímenes de guerra.
En el tablero geopolítico, Ucrania es la última ficha para cercar a Rusia y ahora su gobierno y sectores de ultraderecha vienen presionando para que su país sea parte de la OTAN. Por su parte, Rusia ha respondió a la expansión anexando a su territorio la península de Crimea en 2014 y prestando apoyo a grupos separatistas en la región fronteriza del Dombás, situación que fue el preludio de la guerra. Otro factor fundamental es el suministro del gas y otros combustibles rusos hacia Alemania por medio del gasoducto Nord Stream 2, proyecto con el que Estados Unidos y la Unión Europea nunca han estado de acuerdo y siempre amenazaron con obstruir.
La operación militar especial anunciada por Vladímir Putin el 24 de febrero de 2021, fue el inicio de lo que la OTAN y las potencias occidentales llamaron la “Invasión Rusa”, narrativa que rápidamente se instauró en todas las pantallas y agencias periodísticas, y que legitimó el basto apoyo militar que hoy tiene el gobierno de Volodímir Zelenski. Lo que parecía una aplastante victoria rusa se convirtió en otra guerra “proxy” de la OTAN con profundo impacto global que no parece tener un pronto final.
En el primer trimestre de la guerra, Rusia logro avanzar hasta Kiev por el norte y en el sur hasta la ciudad de Jersón, logrando una media luna sobre Ucrania. Una vez recibió artillería y todo el apoyo militar de Occidente, Ucrania logró replegar a Rusia a lo que se considera sus objetivos estratégicos: la región del Dombás y la península de Crimea. Sin embargo, los bombardeos rusos a ciudades, instalaciones militares y centrales energéticas aumentaron después de que en octubre desde Kiev se ordenara bombardear el puente de Crimea sobre el estrecho de Kerch, hecho que elevó el escalamiento.
Aunque existe hermetismo con las cifras oficiales por parte de Rusia y Ucrania, algunas aproximaciones calculan que han habido cerca de 200 mil bajas divididas en partes iguales entre los dos países. 7199 muertes de civiles en Ucrania y 11756 heridos, y 7,7 millones de personas desplazadas desde Ucrania a diversos países de Europa según la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUR).
En Colombia, sus anteriores gobiernos también han venido presionando para que el país sea considerado integrante de la OTAN, logrando hasta ahora obtener el status de socio, lo cual se evidencia en que este sea el mayor receptor de ayuda militar de EEUU ($9.5 mil millones), y uno de los países con más gasto en defensa (3.4% del PIB), teniendo uno de los ejércitos más grandes y mayor preparados del continente, como lo informó La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA). Existen hasta ahora 7 bases militares estadounidenses, Palanquero, Apiay, Malambo, Cartagena, Tolemaida, Larandia y Bahía Málaga. Cubriendo sus dos océanos, el centro andino y el oriente; y recientemente se está promoviendo otra base en la isla Gorgona en el océano Pacífico. En el caso colombiano es utilizada la guerra contra el narcotráfico como excusa para un gran negocio de armas, y al mismo tiempo para legitimar la expansión militar por zonas geopolíticas estratégicas como la Amazonia y las enormes reservas de petróleo de Venezuela, país opositor del intervencionismo norteamericano.
El tema incluso fue señalado hace algunos días, por Pablo Beltrán, Jefe de diálogos del ELN, quien pidió al gobierno nacional que Colombia sea retirada de su sociedad con la OTAN por “belicosa” y promotora de la guerra en todo el mundo. Además pidió un cambio radical en la política antidroga a nivel mundial que pueda traer paz al continente.
Mientras tanto, la guerra en Ucrania continúa alargándose sin que se avizore un fin próximo, mientras que la OTAN continúa alimentando ese conflicto contra Rusia.