Yslem Hijo del Desierto: “El PSOE es el partido que más apoya a Marruecos en su colonización”

Yslem Hijo del Desierto rapeando versos reivindicativos en una concentración por el Sáhara / Elena Rosa
Angelo Nero
Entrevista a
Yslem Hijo del Desierto

Conocí a Yslem en el festival Guerrilla, unas jornadas organizadas por el Concello de Pontevedra y Culturactiva S.Coop. Galega, en las que se debatió sobre la represión franquista, la censura, el feminismo, la amenaza del fascismo, y también sobre el conflicto del Sáhara. Durante las intensas jornadas de Guerrilla, hubo mucho debate, pero asimismo hubo espacio para el teatro, la danza, el documental y, como no, la música. Guerrilla cerró su última edición con una Gala Solidaria por el Sáhara organizada por la ONG Pallas@s en Rebeldía, en la que participaron Uxía Senlle, Dakidarría, Isabel Risco, y el rapero saharaui Yslem, Hijo del Desierto, que dejaron a los que, como yo, no lo conocían, con ganas de saber más de su música y de sus rimas.

Hola Yslem, creo que llegaste a Galicia cuando eras un niño, con el proyecto de Vacaciones en Paz, ¿Qué recuerdos tienes de ese primer contacto con esta tierra que ahora también es la tuya? ¿cómo fue la acogida que tuviste en la sociedad gallega?

El primer contacto que tuve con Galicia fue maravilloso, porque contaba con una suerte extra. Antes de llegar a Galicia, con el programa Vacaciones en Paz, a mi me tocó primero ir a Italia, con una familia de Sicilia, con la que estuve dos meses. Luego a Cantabria, otros dos meses, y ese mismo periodo lo pasé, otro año, en Euskadi. Mi ultimo año fue en Castilla La Mancha. Pero tengo una hermana melliza, que los tres primeros años le tocó Galicia, con una familia de Mos, y en mi último año, cuando estaba en Castilla, conocí a esa familia que acogía a mi hermana, ellos viajaron a los campamentos en un par de ocasiones para conocer a mi familia. Entonces los conocí antes de llegar a Galicia, a la que ahora es mi madre gallega, mi segunda madre en la vida. Y ese ultimo año en el programa Vacaciones en Paz, antes de volver a los campamentos, hablé con la familia de Galicia y les conté de mis problemas de respiración, que tenía que hacer unas revisiones médicas, y dijeron que les gustaría que me quedara con ellos, por lo menos hasta pasar las revisiones. Así que me fui directo de Castilla La Mancha a Galicia, sin coger el vuelo de vuelta a los campamentos. Ahí empecé un proceso de papeleos, que nunca se arregló del todo, pero me he podido quedar con mi familia gallega, que me acogió como un hijo más. He estado viviendo con ellos hasta los 18 años, que me independicé. En Galicia se me abrió un mundo nuevo, es mi segunda tierra, prácticamente conocí el gallego antes de hablar bien el castellano, aunque ahora lo tengo un poco olvidado, y será siempre mi segunda tierra y mi segunda familia.

Escuchándote parece que el rap forma parte de ti desde siempre, sin embargo, creo que descubriste la cultura hip hop cuando llegaste a Galiza, ¿cómo fue esa conexión con una música que poco tenía que ver, me imagino, con lo que se escuchaba entonces en los campamentos saharauis?

Cuando yo era pequeño, en los campamentos, lo único que conocía del rap, y ni tan siquiera sabía que era rap en aquella época, eran unas cintas que traían mis primos de Cuba, ya que estudiaban allí. Era rap en inglés, y no sabría ni decirte que grupos eran, pero el estilo era de la vieja escuela americana. Me llamaban la atención, pero no entendía nada. En mi último año en los campamentos, con la llegada de la televisión, en blanco y negro, había dos cadenas de la TV Argelina, y una de ellas, tenía un programa de música todas las tardes. Era música de todo el mundo árabe, y había un grupo que estaba pegando fuerte en Argelia entonces, se llamaba MBS (The Micro Breaks the Silence), tenían una canción muy famosa, y ese grupo cantaba rap, aunque nosotros todavía no sabíamos que era eso. A mi me llamaba la atención como cantaban, el ritmo que tenían.

Cuando llegué a Galicia mis colegas eran más rockeros, pero escuchaban muchísimo a los Violadores del Verso, y mis colegas de Porriño, que todavía eran más jóvenes, empezaron a hablarme de la música rap, del graffiti. En Porriño había un festival increíble que se llamaba Intercontracultura, que era un festival de graffiti, y se pintaba toda la pared del paso a nivel de la vía del tren, y se renovaba todos los años. Era un día entero de grafiteros pintando, y la música sonando, y por la noche se hacía un concierto de rap. Ahí comencé a entender todo, y con los colegas de Porriño comenzamos a escribir y a rapear. Creamos un colectivo que se llamó Noche Rap Crew, y luego hicimos conciertos, y pasábamos el día en el parque improvisando. Y ahí empecé a conocer bien la cultura hip hop, empecé a investigar más y desde entonces hasta ahora 24/7.

Provienes de una familia de poetas, y creo que comenzaste a escribir poesía en hassania, el dialecto árabe que se habla en el Sáhara, sin embargo ahora, en tus canciones combinas el castellano y el gallego con el árabe. La música es un mensaje universal, dicen, pero también es importante la lengua que empleas, es algo que te define ¿no crees?

En el tema de la lengua, mi abuelo, mi bisabuelo, son poetas, siempre han escrito de aquella época antigua de los beduinos, de los nómadas del desierto, de su forma de vivir, de las guerras tribales, de todo en general, de lo que se vivía en aquellas épocas. Mi padre también ha escrito poesía relacionada más con la lucha saharaui, y yo empecé muy jovencito, empezando a jugar con la poesía, con temas dedicados a mis tías, al ejército saharaui, pero cositas pequeñas, en hassania. Pero cuando empecé con el rap, aquí, si que tuve que adaptarme bastante con el tema lengua, porque ahora mismo hay una generación en el Sáhara que está más españolizada, aunque duele decirlo, que el resto de los saharauis, y viven un lenguaje conectado con el castellano, frases que de repente hablas con alguien, porque la mitad se han criado en la diáspora, y su día a día es en castellano, aunque son saharauis que hablan hassania o árabe, cuando se encuentran con sus familias, y tienen un lenguaje “esparahui”, aparte de los acentos, andaluz, extremeño, gallego, están hablando en castellano y acaban en hassania, o al revés, y yo tuve que adaptarme a esto. Y en el disco que estoy trabajando ahora hay muchas letras que empiezo las frases en castellano y las acabo en gallego, o en hassania, y mezclo así los idiomas, porque la nueva generación en el Sáhara mezcla mucho, hablan perfectamente el castellano, se comunican en castellano, pero no quieren perder la esencia del hassania. El criarse con dos familias, una española y otra saharaui ha creado este lenguaje propio, el “esparahui”. He tenido que adaptarme un poco, es un ejercicio mental porque al principio cuesta mucho, pero con el tiempo te acostumbras y al hablar con muchos saharauis te das cuenta que ellos lo emplean en el día a día.

El rapero y activista Said Lilli, Flitox, uno de los protagonistas del documental Life is waiting, dirigido por la cineasta brasileña Iara Lee, era hasta ahora una de las pocas referencias que teníamos sobre el rap en el Sáhara. ¿Hay más raperos en los campamentos y en los territorios ocupados o este todavía es un movimiento marginal?

El caso de Said Lilli, Flitox, es una pena, fue muy raro como ha muerto. Yo había hablado con él diez días antes de que falleciera, y la idea que tenía él no era para nada subir a una patera y escapar a Canarias. El tenía una carta de invitación de una asociación noruega, tenía el pasaporte en regla, estaba solo esperando el permiso para viajar a Noruega. Y no sé, la propia autoridad marroquí, que ya lo había encarcelado siendo menor de edad, le habían pegado brutalmente, habían perseguido a su familia, un poco le pudo obligar a subir a esa patera.

En los territorios ocupados hay bastante movimiento, no solo Said, hay muchos, el problema es la presión que hay de Marruecos, que persigue a las familias, si hablan con raperos marroquíes, para que les ayude con las grabaciones, esos marroquíes acaban en la cárcel. El propio Said, junto con otro que se llama Monadil, que había empezado con él, a ese le han entrado dos veces en casa, le han roto el ordenador que tenía para grabar. Nosotros desde aquí intentamos ayudarlos enviándoles material, micrófonos, condensadores, tarjetas de sonido, pero es muy complicado hacer música revolucionaria o pidiendo la libertad del pueblo saharaui, en los territorios ocupados. Flitox lo hizo y el resultado ya ves, lo han matado directamente.

El movimiento en si no existe, si ya era difícil que aceptaran el rap en España y en países más desarrollados, con más cultura y más acceso a todo, imagínate en los campamentos de refugiados, que son más conservadores, celosos de su cultura, de su música, es difícil que el pueblo acepte ese tipo de música, nosotros tenemos algo en común con los españoles, que es el miedo a lo nuevo, entonces movimiento no existe, aunque ya hay varios raperos, sobretodo en la diáspora, en los campamentos hay gente que está intentando hacer rap, y en los territorios ocupados si que hay, pero están muy limitados a la hora de rapear o de hacer cualquier cosa referente a la causa.

En tus letras denuncias la política del gobierno español respecto al Sáhara, la colonización marroquí, la complicidad de Israel y Arabia Saudita en la construcción del muro, el papel de EEUU. ¿En este momento en el que los jóvenes saharauis han vuelto a tomar las armas, la música es tu trinchera?

Las denuncias que yo hago en las canciones al gobierno español son porque es el responsable y culpable número uno de lo que el pueblo saharaui vive y ha vivido, porque España sigue siendo la potencia administradora del territorio. Nos vendió en su día, y sigue vendiéndonos. Ha vendido nuestra tierra, ha vendido nuestra causa y nuestra lucha. Aquí en España los gobiernos nos han vendidos todos, durante todos estos años, pero sobretodo el gobierno socialista, se ha aprovechado de los saharauis en las elecciones, ya sean autonómicas, municipales o generales, han utilizado la causa saharaui para ganar votos, sabiendo que mucha gente de la izquierda es afín al Sáhara, han jugado muchísimo con nuestra causa. Y luego el PSOE es el partido que más apoya a Marruecos en su colonización, es el país que más le ha vendido armas, ahora mismo toda la policía marroquí que está en los territorios ocupados, en Dajla, en Smara, en El Auín, tienen su equipamiento donado o vendido por el gobierno español del PSOE, el de Zapatero y más tarde el de Sánchez. España no solo ha vendido, sino que también le ha regalado minas antipersona a Marruecos, y ha apoyado todas las políticas de Marruecos a la hora de seguir con esta ocupación. No han hecho nada más que mal por nosotros, y siguen haciéndolo.

Agradecemos el apoyo recibido por el pueblo español, pero el principal enemigo del pueblo saharaui es ahora el Partido Socialista, más incluso que el propio Marruecos, porque la solución está en manos de España. El día en que España decida sentarse, para arreglar el problema del Sáhara, y asumir lo que los organismos internacionales le piden, incluso el Parlamento Europeo y la ONU, esto estará solucionado. Pueden tomar ejemplo de Portugal con Timor Oriental, que estaba ocupada por Indonesia, del mismo modo que Marruecos ocupa el Sáhara. Portugal se plantó, y ahora Timor Oriental es un país libre. Timor, al principio de su lucha, querían ser como nosotros, querían tener amistad con el pueblo portugués, y apoyo de tantos países como nosotros tenemos, que tenemos a toda África de nuestro lado.

Pero la incompetencia de España lo que logró, o más exactamente lo que logró el PSOE, es que Marruecos siga ocupando el Sáhara cada vez más y peor. La complicidad de Israel, de Arabia Saudita y de Estados Unidos viene desde el minuto uno, fueron los que crearon esta estrategia, ellos financiaron y diseñaron el muro. Que la música es mi trinchera, si, pero también tengo el deber como cualquier joven saharaui, que si me necesitan en el frente, por supuesto, iré, porque ese es nuestro destino. Ahora ya no confiamos en nadie, ni ONG’s, ni en la ONU. Si queremos un Sáhara libre está en nuestras manos. Lograrlo o morir intentándolo. Si me veo con la necesidad de alistarme, iré al frente, y mientras tanto mi trinchera, si, es la música.

El rapero catalán Morad, de origen marroquí, se ha posicionado abiertamente a favor de las tesis del reino alauita, ¿Cómo es tu relación, dentro del movimiento del hip hop, con los raperos marroquíes?

Yo no le llamo rapero a Morad, porque hace de todo menos rap, me parece una falta de respeto a la cultura hip hop llamarle rapero. Que se haya posicionado al lado del rey de Marruecos es algo que a mi no me extraña. Él es catalán, más que marroquí, pero hay que conocer bien como funciona la política marroquí. Marruecos, a pesar de ser la que más inmigración aporta a Europa, y a pesar de que países como Holanda, Bélgica, Noruega o Francia, hay marroquíes de tercera o cuarta generación, e incluso en España, con marroquíes que han nacido aquí, y sus padres también, desde el gobierno marroquí, se ha mantenido una política de meter el miedo siempre, aunque nazcas aquí vas a tener un respeto por Marruecos, un miedo que te va a perseguir siempre.

La gente que vive en Marruecos está bajo la doctrina de la ignorancia total, hay mucho analfabetismo y mucho miedo a la figura del rey, y a su policía. Ellos funcionan desde el chantaje y la represión. ¿Que pasa entonces? Que si Morad, cuando va a Marruecos, no dice esas palabras, su familia va a sufrir, y aquí también emplean ese miedo, a través del consulado. Puede que detengan a dos o tres miembros de su familia, eso ha pasado con periodistas comprometidos, ha pasado con músicos. Hay un rapero marroquí, Gnawi, al que encarcelaron dos años, al que tiraron desde un segundo piso, solo por criticar a la monarquía.

Respecto a Morad, ni es rapero, ni es un artista, ni nada, es un personaje ignorante, en L’Hospitalet pueden reír sus actos de delincuente, pero allá no, allá los delincuentes son ellos. Me imagino que lo habrán cogido, lo habrán presionado, y el se ha sentado delante de una cámara, y ha leído un guion, porque si no lo dice tendrá problemas.

Mi relación con el movimiento del hip hop es bastante buena, con los argelinos, con los palestinos, con gente de Egipto, y con marroquíes tengo una relación con algunos raperos, pero es cierto también que en muchas cosas no se pueden mojar, por miedo, por sus familias y lo demás.

A pesar de la proximidad de Marruecos, hay un silencio generalizado en los medios de comunicación españoles sobre el régimen de Mohamed VI, no solo de la guerra que mantiene contra los saharauis, sino de la represión contra su propio pueblo, como hemos visto en la reciente masacre de la valla de Melilla. ¿A que crees que es debido este silencio y cómo crees que podemos combatirlo?

El silencio de los medios de comunicación, y del gobierno español, a todos los actos macabros que comete el reino de Marruecos, es muy sencillo. Aparte de que Marruecos siempre ha chantajeado a España como le ha dado la gana, tenemos que saber que Marruecos ha ganado un poder encima de España porque lo ha utilizado bastante bien a su favor, y ha utilizado sus herramientas muy bien aconsejado por EEUU, Francia e Israel, y ha visto en el Sáhara una brecha para presionar a España el resto de su vida. A pesar de que España le ha hecho un favor a Marruecos, regalándole ese territorio, jodiendo al pueblo saharaui, ese regalo se ha mostrado en contra, porque el Sáhara es ahora la frontera entre Europa y África de forma directa, y a través de esa entrada Marruecos puede controlar el flujo migratorio en favor de sus intereses.

Marruecos en la parte del Sáhara ocupado, tiene fincas enteras con subsaharianos que vienen escapando del terror, pagando a mafias que los llevan de un país a otro, muchos que pierden la vida en el desierto, caminando para intentar llegar aquí, y Marruecos los detiene, los encarcela y los dosifica de acuerdo con sus intereses. Cualquier acto de España, que Marruecos considera hostil, abre la valle de Melilla y suelta 8.000 inmigrantes, incluso el propio pueblo marroquí lo utiliza como instrumento, como pasó en Melilla que les dijo que Cristiano Ronaldo estaba jugando allí y echó a un montón de niños al mar. Eso lo hace con el flujo migratorio también, con los inmigrantes subsaharianos.

Tu sabes que como se crea una crisis en un país, y más en la sociedad española, que de repente aparezcan cientos de cayucos llenos de personas, invadiendo toda la costa, y los medios de comunicación meten presión al gobierno, y se crean muchos conflictos al gobierno. Esa es una de las herramientas, y la otra es la droga, el narcotráfico. Si Marruecos quiere empieza a mandar lanchas hacia Algeciras, Canarias, y nada desestabiliza más a un país que el narcotráfico.

El tercero es el terrorismo. Marruecos se vende al mundo como antiterrorista, cuando es quien financia, entrena y ofrece bases al terrorismo islámico, que realmente son grupos de mercenarios que utilizan países como Marruecos para hostigar a España y al resto del Mundo. Por lo tanto si Marruecos quiere repetir lo que pasó en Atocha ya está. Aparte de esto se dice que altos cargos y políticos españoles, entre ellos Zapatero y Felipe González, y empresarios, y gente cercana a la monarquía, y el propio rey Juan Carlos, Marruecos tiene tratados secretos con ellos, que violan todo tipo de derechos humanos, y con esto también hostiga al gobierno español. Esta es también una razón por la que le tienen tanto miedo a Marruecos y por lo que le ordenan a los medios de comunicación que no hablen del tema del Sáhara.

El pueblo saharaui es rico en cultura, como demuestra en el Fisahara, el Festival de Internacional del Cine del Sáhara, y también ha despertado la solidaridad de gente muy importante de la cultura, como Javier Bardem, Pepe Viyuela, Isabel Coixet o Vigo Mortensen. ¿Es la cultura otro frente de lucha, para que el estado español, y la comunidad internacional, por fin apuesten por una solución negociada al conflicto?

La cultura fue nuestra salvación, sobretodo en estas dos últimas décadas, para intentar romper el bloqueo informativo que hay en España, ye en el resto de Europa. Proyectos como el Festival Internacional de Cine, es una de las ventanas más grandes que tenemos para el mundo, para contar nuestra historia. Grupos de música saharaui que han estado moviéndose, los trabajos que hacemos nosotros aquí, desde los talleres, desde la fusión del hip hop con la música saharaui, de movernos dentro del mundo del rap, que es un mundo que desconoce totalmente lo que pasa con el conflicto del Sáhara, tocando con gentes de diferentes culturas, de diferentes géneros musicales, y hablándoles de la causa saharaui. Además de un montón de artistas saharauis de otras disciplinas artísticas, que básicamente llevan todo su arte bajo un solo lema: dar a conocer nuestra causa. La cultura fue el regalo más grande que hemos aprovechado para romper todos los bloqueos informativos que hay sobre nosotros, por la cultura y por el Festival de Cine. Acercar a gente tan conocida a nuestro mundo, a nuestra causa, darles a conocer nuestro pueblo, sin esto estaríamos enterrados totalmente.

En el reciente mundial de Qatar, hemos visto como la selección y la afición marroquí celebraba sus victorias agitando la bandera de Palestina, lo que le ha generado muchas simpatías en el mundo árabe, pero ¿no es un poco hipócrita este gesto anticolonialista, cuando mantienen la ocupación del Sáhara?

Lo que ha pasado en este mundial con la selección de Marruecos es una hipocresía total, ya no porque Marruecos ocupa el Sáhara Occidental, y hace con el pueblo saharaui lo mismo que hace el gobierno de ese país inventando llamado Israel con el pueblo palestino, sino que el propio Marruecos ha firmado la normalización de relaciones con Israel, reconociendo así la ocupación de Palestina, y dejando de lado totalmente al pueblo palestino. Es una hipocresía que no tiene límites, más allá de lo que hacen ellos con los saharauis, sobran las palabras. Los que no lo quieren ver son los marroquíes. Marruecos es uno de los países con más analfabetos del mundo, viven en su propia burbuja y se creen su propia película. El 80% de los marroquíes creen que el rey es un dios. El mundial, en general, fue un lavado de imagen para Arabia Saudita, para los Emiratos, para el propio Marruecos, así que tampoco me sorprende nada.

La situación en los campos de refugiados de Tinduf ya era complicada antes de la aparición del covid-19, pero con la pandemia se ha agravado la situación, la ayuda humanitaria no ha llegado como antes, y además la reanudación de la guerra también ha complicado la logística de los campamentos. ¿Cómo es la situación actual de los campos, con todos estos nuevos factores que parecen repercutir de forma negativa en los refugiados saharauis?

La situación de los campamentos ya estaba difícil antes del Covid, pero se complicó bastante. Hay que saber que los campamentos viven de la ayuda que llega del exterior y con todas las fronteras cerradas durante la pandemia se complicó todavía más, generó más problemas, y si a esto le añadimos que se ha roto el alto el fuego, y el pueblo ha vuelto a la guerra, que nuestro ejército ha vuelto a enfrentarse al ejército marroquí, se han tenido que apretar los cinturones muchísimo, pero la gente en los campamentos es gente luchadora, que sabe como afrontar las adversidades. Es como adaptarse a cada situación, por muy complicada que sea. Las cosas están cada vez peor, sinceramente, sobretodo a nivel de ayuda humanitaria. No hay recursos, no llegan alimentos, y estamos en una guerra ahora mismo, pero está todo el pueblo volcado para que los campamentos se mantengan de la mejor manera posible. Vamos a seguir luchando y a ver que pasa cara el futuro.

Después de este Congreso del Frente Polisario sabremos que pasa, el lema es clarísimo: “Intensificar la lucha armada para expulsar al invasor y culminar la soberanía”, porque ya no hay confianza en ninguna vía política, y eso va a traer que en los próximos 2, 3 o 4 años tenemos que ponernos muchísimo las pilas, y ojalá pronto se acabe todo esto y se encuentre una solución, pero que esa solución permita que nosotros podamos volver a nuestra tierra, que nuestros padres puedan volver a sus casas, y que por fin tengamos una tierra nuestra, para las generaciones que hemos nacido en campos de refugiados. Esperamos que el Sáhara sea libre pronto.

Hablanos de tu proyecto musical, Yslem del Desierto, de los conciertos y colaboraciones que has hecho con otros músicos, y de los planes que tienes para el futuro más inmediato.

Estoy terminando ahora mismo un disco, que llevo cinco años con él, pero entre el Covid, y la vuelta a la guerra, he tenido que ir cambiando cosas, y sacando cosas pequeñas. He estado también involucrado en proyectos no tan musicales. El disco se va a llamar “Liberación desde la diáspora”, y lo voy a sacar con un sello que yo mismo he creado, junto con compañeros y compañeras, The Art Teapot, la tetera del arte, y de aquí a un mes o dos, empezaré a sacar adelantos, antes de mayo quiero que esté el disco completo, y cuento con varias colaboraciones del mundo árabe, con saharauis, de diferentes estilos, de ska, de rap, hay bastante fusión. Es un disco que habla de las vivencias de un saharaui en la diáspora, de todos los acontecimientos que están pasando con mi causa y con el mundo en general, con la transformación de la sociedad en los últimos años, con la digitalización, con las guerras. Va a haber bastantes conciertos, estoy cerrando fechas en la península, pero el disco lo quiero llevar para afuera, ahora mismo estamos trabajando en un festival, que estamos pendientes de conseguir un sponsor, que es un encuentro en México, entre artistas saharauis, mexicanos y también gallegos, y es un proyecto en el que llevamos bastante tiempo, y a ver si tenemos suerte. Ese proyecto podría ser la presentación del disco. Tengo una invitación en México, y después ir a más países de Latinoamérica, del norte de África, y también tengo una buena amistad con los raperos de los países balcánicos, me gusta mucha Eslovenia, y también hay gente de esa zona que colabora en el disco, y mi idea es girar por zonas donde menos se conozca la causa del Sáhara.

Fuente
https://nuevarevolucion.es/
Categoría