Las sanciones contra buques venezolanos terminan convirtiéndose en un "negocio" para países de Occidente, que se benefician de las triangulaciones que debe hacer el país caribeño para exportar su petróleo, explicó a Sputnik el analista Basem Tajeldine.
Caracas denunció que más de 60 barcos venezolanos dedicados al comercio internacional se mantienen bloqueados, producto de las sanciones norteamericanas, en lo que para la vicepresidenta Delcy Rodríguez se ha convertido en un "genocidio económico" contra su pueblo.
En declaraciones para la cadena local Telesur, la vicemandataria explicó que las sanciones mantienen bloqueados 39 buques de la petrolera estatal venezolana PDVSA, así como a 30 buques abanderados por el país sudamericano y dedicados al comercio internacional. Rodríguez denunció la situación ante la Organización Marítima Internacional (OMI).
"En 2014 se impusieron las primeras leyes sancionatorias de EEUU en su rol de 'policía mundial' y en 2019 fue cuando los primeros buques navieros venezolanos fueron sancionados", recordó, en diálogo con Sputnik, el analista venezolano Basem Tajeldine.
Agregó que el bloqueo a los barcos venezolanos no es condenado por las potencias occidentales debido a que muchos países terminan siendo "cómplices de EEUU" en las sanciones, ya que "se han venido beneficiando" de las dificultades de Venezuela para exportar su producción, especialmente el petróleo.
"El Estado venezolano se ve obligado a rentar barcos de otros países, cuyos fletes terminan siendo más caros. Eso hace que Venezuela deba vender su petróleo más barato para que sea más competitivo y apetecible para las grandes navieras y comerciantes mundiales del sector petrolero", explicó.
Tajeldine enfatizó que empresas de países occidentales obtienen petróleo venezolano a precios "más económicos" y luego hacen "un gran negocio", siempre gracias a las sanciones de la Casa Blanca.
El analista consideró que esto sucede porque el petróleo venezolano y la firma estatal PDVSA "siguen siendo un botín para EEUU". Para Tajeldine, una demostración se localiza en que compañías como Chevron siguen operando pese a las sanciones.
A esto se suman las restricciones a los bancos venezolanos, que también obligan en ocasiones al Estado caribeño a recurrir a triangulaciones. Así, empresas como Chevron "se llevan el crudo y lo pagan a precio más económico y por medio de terceros que terminan encareciendo la llegada del dinero a Venezuela".
"Hay negocios y ellos los han hecho por todos lados a través de estas sanciones", afirmó el analista en relación a este tipo de intermediarios.
El experto subrayó que "Venezuela ha denunciado esta situación" en múltiples instancias sin obtener respuestas, producto de que "no hay un sistema internacional justo".
Al bloqueo de los buques, el experto añadió el caso del avión de la empresa Emtrasur, filial de la estatal Conviasa, que fuera retenido en Argentina en junio de 2022 por órdenes del Departamento de Estado norteamericano.