Vascos y catalanes, con la misma meta, pero rutas distintas: Otegi

Arnaldo Otegi
Blanche Petrich
Entrevista a
Arnaldo Otegi

Los abertzales anhelamos un país de iguales, expone a 'La Jornada'.

Ciudad de México. Como los independentistas catalanes, los abertzales anhelan llegar en un futuro a la creación de una república vasca, y Arnaldo Otegi, coordinador del partido Euskal Herria Bildu (EH Bildu) y artífice de los pactos que culminaron con la renuncia de Euskadi Ta Askatasuna (ETA) a la lucha armada, la define en términos muy llanos, inspirados por los independentistas irlandeses: "Una república de iguales".

Convencido de que el procés catalán es "irreversible" y que no tiene otra solución más que su independencia o el referendo pactado, considera que en Euskadi en los próximos años la cuestión de la consulta popular va a ser una constante.

Otegi, que pasó 14 años de su vida en la cárcel (tiene 60), cubre una apretada agenda de actividades en Ciudad de México estos días. En entrevista con La Jornada analiza las razones por las que la desaparición de ETA y las armas de la ecuación vasca no llevaron la esperada normalización a la vida política en la región. Habla también de sus orígenes, su familia materna y paterna, su juventud influida por la Iglesia católica y su decisión de militar en el independentismo de izquierda. Y de cómo los abertzales, como él, tienen en su horizonte el saber que algún día pueden caer presos. "La diferencia entre vascos y catalanes es que nosotros ya sabemos de lo que es capaz el Estado".

Fue bajo el liderazgo de Arnaldo Otegi que la principal fuerza política del independentismo vasco tuvo la visión y el empeño de forjar por décadas una estrategia de acuerdos y negociaciones entre el gobierno español y la organización armada ETA. Tras numerosas rupturas, ofensivas y entradas y salidas del dirigente de la cárcel, culminó con el anuncio del grupo de cesar definitivamente su actividad armada (2011) y de disolver todas sus estructuras (2017).

Desde entonces el partido que dirige, EH Bildu –que en décadas pasadas adoptó diversos nombres para sortear las ofensivas judiciales en su contra: Herri Batasuna, Batasuna, Euskal Herritarok, Sortu, Bildu– ha llegado a ser la segunda fuerza electoral, "con entre 20 y 25 por ciento de los votos", después del Partido Nacionalista Vasco (PNV, conservador). “Y esta tendencia va a seguir. En el País Vasco y en Navarra los partidos abertzales (independentistas) van creciendo y los nacionalistas españoles van decreciendo”.

Catalanes y vascos; misma meta, caminos distintos

–En Cataluña los resultados electorales de los partidos independentistas y el retroceso de los nacionalistas españoles fue uno de los factores que empujaron con mucha fuerza el proceso, ¿cierto?

–Si, lo que hizo Cataluña, a la postre, fue poner en crisis al Estado y puso en el contexto internacional sobre la mesa el debate real. Es un debate democrático, un debate en el que catalanes, vascos y otras naciones tenemos una posición de fortaleza, que es que la solución tiene que ser un referendo pactado.

"En el proceso catalán ya no sólo se habla de soberanistas y españoles, sino que habla de construir una realidad política para que la vida de la gente mejore. Y yo creo que este es el camino por el que el independentismo y el nacionalismo vascos también tienen que tener cita. La única posibilidad que tenemos, por relación de fuerzas, de construir una alternativa en el País Vasco, es siendo una república independiente. Seguir atados al gobierno y al Estado español es seguir atados a unas fuerzas que son terriblemente reaccionarias y que no nos llevan al siglo XXI sino al siglo XIX."

–Hay diferencias entre Cataluña y el País Vasco. Una de ellas es la presencia masiva, en las calles, de los independentistas catalanes. Esto no se han visto todavía en el País Vasco; no en esas dimensiones.

–No todavía, pero en el País Vasco se ha dado un fenómeno importantísimo para el independentismo y es que nosotros llevamos 40 años sembrando unos valores que ahora se han vuelto mayoritarios. Por ejemplo, se están dando enormes movilizaciones de jubilados que defienden sus pensiones. Y en el debate de fondo que se trasluce es: si seguimos perteneciendo a España nuestras jubilaciones van a estar en riesgo, si las gestionamos aquí, no.

“Hay una explosión del movimiento feminista vasco, centenares de miles de mujeres ocupando las calles. Están habiendo manifestaciones masivas demandando la libertad de los presos, en favor del derecho a decidir, en favor de la autodeterminación. Todo eso está ahí. En el momento en que todo esto conecte con la idea de la república veremos la masividad del movimiento como ocurrió en Cataluña, en demanda de la república.

–¿Cómo imaginan una república vasca?

–Nosotros la resumimos en una forma muy fácil de entender: una república vasca de iguales. Me gusta esta idea que es de los independentistas irlandeses: una república de iguales.

–¿Qué posibilidades existen de que en el País Vasco se llegue a un referendo?

–Nosotros hemos alcanzado con el PNV un acuerdo en torno a unas bases de un nuevo estatus político. Las grandes construcciones sociales no pueden estar sólo suscritas por los partidos políticos, sino que tienen que estar firmados por la gente. Hace tiempo tenemos una convicción: no podemos ir a Madrid a negociar como partidos, sino como pueblo. Vamos a preguntar a la gente si está de acuerdo. Si la gente en votación dice que está de acuerdo, ya no iremos a Madrid con el texto de unos partidos, sino con el texto de la gente.

"Por eso nosotros pensamos que la cuestión del referendo va a estar presente en la vida política vasca en los próximos años. Con los acuerdos que sean necesarios, con la paciencia que sea necesaria, pero los vascos también vamos a votar qué queremos ser."

 "Los vascos sabemos de lo que es capaz el Estado español"

–En el procés catalán se vive la reacción represiva del Estado español, que ha terminado con una docena de los líderes y artífices de la proclamación de la república independiente en la cárcel. ¿No es un foco rojo para el País Vasco?

–La diferencia entre vascos y catalanes es que nosotros ya sabemos de lo que es capaz el Estado. A los compañeros catalanes les decíamos: no tengan ninguna duda de que aunque el proceso sea democrático el Estado va a responder con violencia. Al principio no nos creían. Hoy saben que es así.

–Muchos no quisieran ver a Otegi preso de nuevo…

–Yo tampoco (risas).

–Hablemos de sus años en la cárcel…

–En distintos periodos en total he estado 14 años de mi vida en la cárcel. En el más reciente estuve seis años y medio (entre 2009 y 2016). Ellos tuvieron un objetivo. Sabían que estábamos potenciando un cambio de estrategia en la lucha independentista, que queríamos sacar la lucha armada de la ecuación política vasca, algo que a ellos no les interesaba y lo que hicieron fue sacarnos seis años y medio de circulación.

“Hace algunas semanas el Tribunal Judicial de Estrasburgo determinó que ese fue un juicio injusto. En la experiencia de los vascos, pasar por la cárcel siempre ha estado dentro de nuestro horizonte. El objetivo es quebrar nuestra moral y nuestros principios. Pero nosotros siempre hemos aprovechado la cárcel para estudiar. Para la familia siempre es más duro. Yo les digo a los militantes abertzales: los funcionarios cuando terminan su carrera política muchas veces tienen al final un premio: algún buen puesto en algún consejo de empresa, algo así. A nosotros lo más probable es que nos toque la cárcel. Pero tenemos algo que ellos no tienen: el cariño de la gente.”

Una familia típica y Franco como suma de los miedos

Arnaldo Otegi Mondragon, nacido en Elgoibar, Guipúzcoa, viene de lo que llama "una familia típica en el País Vasco", un padre ligado al nacionalismo vasco, de familia religiosa, más bien conservadora, y una madre de familia republicana, anarquista. "Se conjugan las dos vertientes: por eso soy independentista y de izquierda".

 

Fuente
https://www.jornada.com.mx
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