Asesinos de vidas
No mata la mala suerte. Matan la precariedad, la mala calidad del empleo, las condiciones de trabajo, los ritmos y turnos excesivos. La desinformación

No mata la mala suerte. Matan la precariedad, la mala calidad del empleo, las condiciones de trabajo, los ritmos y turnos excesivos. La desinformación
Me animé a hacer este artículo siguiendo hace unos días algunos de los pasajes de la investidura de Pedro Sánchez para el Gobierno hispano
En esta reflexión innecesaria, habría que añadir que la divergencia genética humana entre ecotipos es prácticamente inexistente si la comparamos con especies cercanas.
Hemos llegado a un punto donde la época franquista se equipara con la posterior. Y eso es un escándalo de gran magnitud, porque se hace el juego precisamente al franquismo, y por extensión a sus sucesores.
Hay una frivolización de la tortura, como si fuera un delito menor, alejado de los grandes crímenes y entendible en situaciones enconadas. Hay una banalización que la encuadra en un delito ajeno a la marcha democrática y la etiqueta como si se tratara de una excepción que confirma la regla de la inmaculada concepción.