¿Para dónde va el refuerzo paramilitar enviado a Cúcuta?

Generales colombianos y estadounidenses
Hernando Martínez

A fines de marzo un batallón de 400 paramilitares llegó a Cúcuta a reforzar a la narcobanda de Los Rastrojos, quienes fueron expulsados a finales de 2020 de este cordón fronterizo y arrinconados por el ELN hacia la capital de Norte de Santander.

En un reportaje del diario El Espectador del pasado 4 de abril la gente informó que este Batallón de paramilitares “llegaron en avionetas” [1], o sea con apoyo de las Fuerzas Armadas (FFAA) tal como lo hicieron con las tropas narcoparamilitares de Mancuso en 1997, que también las trajeron en vehículos oficiales desde Urabá hasta el Catatumbo, y como procedieron con los narcoparamilitares llevados en aviones desde Apartadó en Antioquia hasta Mapiripán, Meta en 1997.

Este movimiento de paramilitares con “acento paisa” (de Antioquia) es parte del desarrollo del plan de Guerra de los Gobiernos de los Estados Unidos (EEUU) y de Colombia contra el Gobierno Bolivariano de Venezuela, ejecutado desde la frontera colombo-venezolana de 2.200 kilómetros.

El comando de las operaciones lo tienen Generales del Ejército Sur de EEUU, quienes en el terreno aparecen como integrantes de la Brigada de Asistencia de Fuerza de Seguridad (Sfab, por sus siglas en inglés), que llegó desde mediados del año anterior para asesorar a la Fuerza de Tarea Vulcano del Ejército colombiano, y fueron visitadas en octubre por su máximo jefe el Mayor General Daniel Walrath [2].

Para adecuarse a su nueva misión en febrero desarrollaron un Seminario de entrenamiento para los oficiales de la Primera Brigada Sfab, en su Base de Fort Sam Houston en Texas, como paso previo al despliegue de la Operación Escudo del Álamo que están desarrollando en Colombia, Panamá y Honduras [3].

Generales gringos comandan tropa criolla

El Gobierno de Ospina Pérez (1946-1950) en sujeción a los intereses de los EEUU armó una conjura con la CIA -acabada de crear en 1947-, para asesinar al líder popular Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948, la que justificó como una “conspiración comunista” que terminó con la ruptura de relaciones diplomáticas entre la Unión Soviética y Colombia, y desencadeno la presente fase de Conflicto Interno.

La dictadura de Laureano Gómez (1950-1953) envió un Batallón del Ejército a la Guerra de Corea, que combatió bajo las órdenes de los Generales de EEUU derrotados en ese conflicto, en 1955 Oficiales de EEUU condujeron el bombardeo con Napalm a los campesinos de Villarica, Tolima.

En 1961 llegó a Bogotá un General asesor estadounidense W. P. Yarborough, quien no tuvo que hacer mayor esfuerzo para instruir a los Generales colombianos en la creación de grupos paramilitares, ya que ellos los habían utilizado ampliamente con sus Chulavitas y Pájaros, durante la Guerra civil que iniciaron en 1946 denominada como La Violencia.

En 1948 ante el asesinato de Gaitán el pueblo se levantó en armas y organizó las guerrillas liberales que fueron pacificadas, pero la violencia contra los campesinos continuó por ello se volvieron a alzar en 1964 fundando las FARC y el ELN; en los 50 años siguientes el Ejército estatal ha cumplido los planes del Ministerio de Guerra de EEUU (Pentágono), que hacen aparecer ante la opinión como una asesoría militar, pero su finalidad es impedir los cambios económicos y políticos que necesita Colombia.

Contrainsurgencia con cobertura continental

En 1999 EEUU impuso el Plan Colombia, que en 20 años de aplicación causó la mayor crisis humanitaria del continente dejando 8 millones de víctimas, entre desterrados internos y externos, asesinados, desaparecidos, despojados de tierras, y miles de comunidades rurales y urbanas destruidas.

Con el triunfo de la revolución Bolivariana en diciembre de 1998 el Pentágono juntó en un solo paquete la contrainsurgencia en Colombia y el impulso de la contrarrevolución en Venezuela, por esto en 2011 conducido por Oficiales de EEUU el Ejército colombiano adoptó la Doctrina Damasco para adecuarse a los estándares operacionales de la OTAN y nivelar sus capacidades para participar en operaciones internacionales, conservando la doctrina contrainsurgente.

Desde 2020 la Sfab de EEUU asesora en Colombia operaciones de Guerra híbrida -económica, comunicacional, informática, militar, entre otras-, y de amplio espectro, además  interrelaciona y aplica en simultáneo operaciones de amenaza, aniquilamiento, disuasión y ataques  de dislocación, utilizando fuerza propia o de terceros legales o ilegales -bandas y mafias-, y operaciones de inteligencia para inhabilitar los objetivos políticos de la insurgencia o del Gobierno a derrocar.

Las operaciones de dislocación buscan generar máxima inestabilidad, perdida de comunicación, comando y control, para generar confusión en las propias filas y en la población; con este propósito utilizan el paramilitarismo, para generar un ambiente de Guerra degradada que les permita desde la diplomacia generar opciones de salida del conflicto o de la inestabilidad, provocando abandono de los objetivos revolucionarios.

Los refuerzos paramilitares llegan a la frontera

Los narcoparamilitares recién llegados a la zona rural de Cúcuta van hacia el Catatumbo a otro fracaso, los que sobrevivan serán perseguidos por los Generales que los movieron en avionetas y por la DEA que les facilita rutas de narcotráfico, como lo hacen ahora con Los Rastrojos; también van hacia el vecino estado venezolano de Táchira, allí otra vez los derrotarán las Fuerzas Armadas y de seguridad del Estado venezolano, que en 3 años de campaña tienen dominio de su territorio.

Los Oficiales de las Sfab seguirán instruyendo lecciones sobre sus fracasos en Irak, Siria y Afganistán, mientras los comandantes de la Fuerza de Tarea Vulcano omitirán narrar sus 10 años de fracasos; las fuerzas políticas y sociales en Norte de Santander siguen buscando alternativas políticas a la campaña de terror en Colombia y de intromisión en los asuntos de Venezuela.

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    [1] El resurgimiento del paramilitarismo en la zona rural de Cúcuta. El Espectador, 4-04-2021.

    [2] Comandante del Ejército Sur de EEUU de visita. La Opinión, 9-10-2020.

    [3] El Ejército Sur y la Sfab # 01 finalizan semana de preparación de misión para la Operación Escudo del Álamo. Revista Digital Diálogo, 23-03-2021.

Fuente
https://eln-voces.net/
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