En medio de una movilización que ha desbordado al Gobierno colombiano, el presidente Iván Duque planea dar un paso más en el recorte de derechos de la ciudadanía y en las libertades de prensa e información. El “Estado de conmoción” da a la fuerza pública vía libre para detener a sospechosos y restringir el derecho de huelga.
La imagen impacta: dos jóvenes yacen en medio de la carretera, empapados de sangre. Son víctimas del ataque de unos motoristas sin identificar en Dos Quebradas, a 315 kilómetros de Bogotá. En Colombia es habitual. Los grupos paramilitares han atentado contra la población en la historia reciente del país. Cambia el contexto político. El paro nacional, que comenzó el 28 de abril, sigue poniendo en jaque al Gobierno ultraderechista de Iván Duque. El mandatario, del Centro Democrático y delfín de Álvaro Uribe, retiró su reforma tributaria, pero continúan las protestas y el Estado mantiene un nivel de represión elevado.
Con dolor y urgencia les comunico que en el Viaducto de Pereira pasaron personas en moto y le dispararon a los manifestantes; 2 jóvenes asesinados al parecer. ¡Nos están matando! @onucolombia @JMVivancoHRW #ParoNacional5M #ColombiaAlertaRoja pic.twitter.com/DkquIRAoeJ
— Wilson Arias (@wilsonariasc) May 6, 2021
La novedades: el Gobierno se plantea decretar el “Estado de conmoción” en distintas ciudades del país para controlar las protestas, que se siguen desarrollando con diferente intensidad en toda Colombia. Ese decreto, basado en el artículo 213 de la Constitución, faculta la restricción de derechos de la ciudadanía como el derecho a la circulación y residencia; confiscar bienes e imponer la prestación de servicios técnicos y temporales. La policía y las fuerzas armadas pueden también establecer restricciones a la radio y a la televisión. Pueden también “capturar” a quienes “se tenga indicio sobre su participación o sobre sus planes de participar en la comisión de delitos” y restringir el derecho de huelga en los servicios públicos no esenciales.
En declaraciones recogidas por El Espectador, la experta en derechos humanos Vivian Newman expresaba su convencimiento de que “si la Fuerza Pública está haciendo lo que está haciendo en un escenario de normalidad, no me quiero imaginar lo que va a pasar en un escenario de Conmoción Interior”.
La Defensoría del Pueblo emitió el día 5 una lista de fallecidos y heridos. El organismo oficial cifra en 24 los fallecidos desde el miércoles 28 hasta el 3 de mayo. Además también oficialmente se contabilizan 89 desapariciones. Las organizaciones sobre el terreno elevan las cifras: las cifras de las ONG defensoras de los derechos humanos actualizadas hasta ayer [por el día 3 de mayo] aseguran que en menos de seis días “han ocurrido 31 asesinatos de manifestantes, se han cometido 1.443 casos de abuso policial, 10 víctimas de violencia sexual, 77 de uso de arma de fuego y 814 detenciones arbitrarias”, relata Colombia Informa.
Cifras de guerra en un país en conflicto desde hace décadas, focalizados en en hasta cinco territorios: el Chocó, el Bajo Cauca, Nariño, Sur de Bolívar y Catatumbo. La represión del Gobierno de Duque, de la policía, las fuerzas armadas y paramilitares, se ha extendido a otros territorios, normalmente “pacificados”, como la capital, Bogotá.
Pese a la retirada de la ley tributaria, la movilización continuará a lo largo del día de hoy, 6 de mayo. En Bogotá hay convocadas marchas y concentraciones. Se repiten también los “velatones” como forma de homenaje a los asesinados durante la primera semana de paro.
Movilizaciones multitudinarias en ciudades como Medellín y Bogotá, donde se ha reportado el bloqueo de varias vías y represión generalizada. 37 muertos
Este miércoles continuaron en distintas ciudades de Colombia las protestas, que comenzaron hace una semana contra la violencia económica y paraestatal, y en respuesta a la polémica reforma tributaria propuesta por el narcopresidente Iván Duque y la brutal violencia empleada por las fuerzas de seguridad contra los manifestantes, que ha sido denunciada por la comunidad internacional y organizaciones de DDHH.
Las movilizaciones, que se han prolongado durante ocho días consecutivos, dejan hasta el momento un balance de 24 muertos, según la Defensoría del Pueblo. Sin embargo, las organizaciones sociales y ONGs como Temblores y otras elevan el número de fallecidos a 37.
En esta nueva jornada de protestas, convocadas por el Comité Nacional del Paro, se registraron movilizaciones multitudinarias en ciudades como Medellín y Bogotá, donde se ha reportado el bloqueo de varias vías, represión generalizada y disturbios en algunos sectores.
Los manifestantes exigen ahora el retiro de un proyecto de reforma de salud, un mejor manejo de la pandemia de coronavirus y una renta básica acorde a la canasta de alimentos.
En la capital, el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) utilizó gases lacrimógenos, tanquetas y agua contra los manifestantes en la Plaza de Bolívar, centro político del país. Por su parte, en Medellín, los ciudadanos denunciaron falta de atención médica a los heridos.
Por otro lado, vecinos reportaron que las fuerzas policiales reprimieron violentamente a los manifestantes que se encontraban frente a un centro comercial en el municipio de Soacha (Cundinamarca). Durante la protesta en Pereira (Risaralda) se produjo un ataque policial con arma de fuego contra manifestantes que bloqueaban el viaducto que comunica la capital del departamento con el municipio de Dosquebradas.
En ese ataque, al menos dos jóvenes fallecieron y varios resultaron heridos. Organizaciones de DDHH indicaron que la policía disparó contra los manifestantes en Pereira desde motos y autos polarizados. Algunos testigos reportaron que uno de los heridos fue declarado con muerte cerebral, informa Caracol Radio.
Mientras, en Santa Marta (Magdalena), en el centro de Colombia, una protesta que se desarrollaba de forma pacífica terminó en represión policial y fuertes disturbios. Además, durante las movilizaciones en Popayán (Cauca), la organización confirmó que uniformados apuntaron armas semiautomáticas directamente contra manifestantes que se encontraban desarmados.
Se debe remarcar que aunque las movilizaciones se realizaron en su gran mayoría de forma pacífica, hacia el final de la jornada, y ante los continuados ataques policiales, grupos de manifestantes respondieron a los represores con lanzamiento de piedrasy cócteles molotov, así como levantando barricadas en las calles para impedir el paso de las tanquetas. También se registrraron saqueos a centros comerciales de lujo en varias ciudades.
En este contexto, la respuesta máss fuerte a la agresión estatal se registró en Bogotá, donde las autoridades denunciaron incendios en 15 comisarías llamadas Comandos de Atención Inmediata (CAI). En uno de ellos, 10 policías se encontraban en el interior, resultando heridos cinco agentes.
También un grupo de manifestantes prendió fuego a la estación de la Ruta N de MetroPlus en Medellín, ubicada a frente a la Universidad de Antioquia.
Durante la jornada de manifestaciones, el narcopresidente de Colombia, Iván Duque, anunció una recompensa de 10 millones de pesos (unos 2.610 dólares) para quien ofrezca información que permita "la identificación y captura de los autores de actos vandálicos y delitos que se han presentado en los últimos días contra la infraestructura pública" Seguramente el primer denunciado va a ser el mismo Duque.
Manifestantes derriban vallas del Congreso de Colombia, provocando su evacuación, y resisten agentes del Esmad en Bogotá
En el inicio de la séptima jornada de manifestaciones contra el Gobierno, que coincidió con un paro nacional en todo Colombia, aumentó el nivel de protesta popular.
Manifestantes que se congregaron en la Plaza de Bolívar de Bogotá, como parte de las protestas contra el narcogobierno colombiano, han resistido los ataques de efectivos del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) la tarde de este miércoles, cuando intentaban entrar al Congreso de la República en la Plaza de Bolívar, en Bogotá. Las personas que se encontraban en la zona derribaron las vallas del Congreso a pesar del intendo bombardeo con gases lacrimógenos.
La sesión legislativa fue suspendida y las fuerzas policiales ruvieron que ser reforzadas en la zona para despejar la fachada del edificio. Las instalaciones del Congreso fueron evacuadas "por seguridad, ya que algunos manifestantes estaban intentando ingresar", dijeron los supuestos representantes del pueblo.
