Regreso al reino. Orden y "caos fecundo"
 
Cuando uno se extraña al ver y tocar su propia moneda, es que lleva un tiempo fuera de casa. Si hay extrañamiento con algo tan habitual como la cosa física que facilita la tarea ancestral del intercambio, otras esferas de la cotidianidad se perciben todavía más ajenas.

 
 
 
 
 
 
 
 
