Entre la unificación de las primarias y la dispersión de precandidaturas: qué esperar de la oposición venezolana

Oposición venezolana
Ociel Alí López

Con las precandidaturas de los dirigentes Carlos Ocariz y Andrés Velásquez oficializadas hace días, la oposición venezolana afianza la tendencia hacia la atomización radical.

Dice el viejo refrán: "Éramos muchos y parió la abuela".

Con el lanzamiento de estos dos conocidos dirigentes su conflictividad interna puede tender a complejizarse.

Primero, porque Velásquez era considerado uno de los reductos de la oposición radical que desconoce las instituciones y, por ende, al Consejo Nacional Electoral. De esta manera, con su participación ya prácticamente no queda ningún sector que esté apostando en la actualidad a una salida extraconstitucional. Además, era de los pocos dirigentes que hasta hace semanas reconocía el fracasado 'interinato' de Juan Guaidó, solo que con este lanzamiento ahora será también el contendor electoral del mismo en las primarias.

Guaidó, después del fracaso del 'interinato', está lanzado a la precandidatura presidencial junto a casi una docena de otros líderes de una muy diversa oposición que han manifestado su deseo de participar para convertirse en abanderados únicos de la Plataforma Unitaria (PU).

"Cada precandidatura lanzada refleja un profundo estado de división interna y de falta de liderazgo y, a dos años de las presidenciales, surge la pregunta de si esta situación puede ser revertida".

Segundo, porque con el lanzamiento de Ocariz, exalcalde del municipio Sucre, ya son tres los precandidatos del partido Primero Justicia, uno de los dos más grandes de la oposición. Esto da cuenta del nivel de división interna y falta de coordinación que tiene el partido, que se arriesga a dividir a su militancia en la justa interna y con ello facilitar el triunfo de otras corrientes. Ocariz tiene a su favor que es el único habilitado para participar, los otros dos no.

Todos los partidos tienen situaciones similares.

En fin, una dispersión generalizada que desdibuja tanto la fuerza de los partidos de derecha como la del 'interinato' de Guaidó, quien ahora se posiciona ya no como un 'presidente interino', sino como un precandidato más, lo que genera frustración en los militantes radicales que siguen consumiendo la narrativa del gobierno paralelo.

Un clima desértico para quienes emprendieron la apuesta insurreccional y un autosocavamiento general de la institucionalidad opositora soportada sobre partidos que están en pleno deslave.

Cada precandidatura lanzada refleja un profundo estado de división interna y de falta de liderazgo y, a dos años de las presidenciales, surge la pregunta de si esta situación puede ser revertida.

Primarias opositoras

Dicha disgregación y ausencia de liderazgos fuertes se evidencia en la gran cantidad de precandidatos, muchos de ellos provenientes de toldas comunes.

Por ejemplo, Juan Pablo Guanipa, Henrique Capriles y ahora Carlos Ocariz son de Primero Justicia. Carlos Prosperi y Bernabé Gutiérrez vienen de Acción Democrática. Por Un Nuevo Tiempo se han propuesto Delsa Solórzano  y Manuel Rosales.

"A su favor tienen que todos están participando en el mismo proceso electoral y podrían comprometerse, empujados por sus aliados internacionales que ya no comparten la vía del interinato, a respetar al ganador de las primarias".

Estos partidos han sido los más grandes en la historia de la oposición desde la emergencia del chavismo.  

Las candidaturas de Juan Guaidó, María Corina Machado y Andrés Velásquez se estarían disputando el voto de la corriente más radical.

Además de muchos otros pretendientes con una variopinta composición política.

A su favor tienen que todos están participando en el mismo proceso electoral y podrían comprometerse, empujados por sus aliados internacionales que ya no comparten la vía del interinato, a respetar al ganador de las primarias que han sido anunciadas y de las que se esperan fecha y reglas claras, lo que corresponderá a la comisión electoral nombrada este miércoles.

Comisión Nacional de Primarias: el espacio para las decisiones clave

La Plataforma Unitaria (PU) nombró este miércoles la Comisión Nacional de Primarias que regirá el proceso comicial interno y tendrá la responsabilidad de diseñar la estrategia de inserción en las vías legales.

Por ende, decidirá cuestiones clave como quién puede ser precandidato, lo que es muy problemático debido a que, si quiere acoplarse al orden existente, deberá negar la participación de los inhabilitados ya que, de ganar alguno de ellos en las primarias (Guaidó incluido), no serán aceptados como candidatos por el Consejo Nacional Electoral (CNE).

También tiene que decidir sobre la participación de la "oposición disidente" que quiere ser incluida en el proceso, aunque varios factores se niegan a ello por considerarlos "colaboracionistas" del gobierno.

Además, deberá determinar si permite la asesoría, observancia u organización del Consejo Nacional Electoral en el evento.

Estos son los principales puntos de discordia entre un ala más política de la oposición, que ha decidido jugar las cartas legales, y la que aún declara su rebeldía y no quiere reconocer la presidencia de Nicolás Maduro.

De permitir la participación de precandidatos inhabilitados, la comisión estaría abriendo la puerta para un nuevo conflicto con la institucionalidad establecida y, con ello, de volver a la senda abstencionista, si alguno de estos ganara la justa interna.

Se suponía que ese tipo de cuestiones deberían haberse zanjado en la mesa de diálogo de México, pero ya la oposición no tiene tiempo para ponerse a esperar la vuelta de ese escenario. El probable encuentro de los próximos días en París, apadrinado por el presidente Emmanuel Macron, no goza de tantas expectativas debido a los fracasos en los anteriores intentos de diálogo.

"En el caso de la oposición venezolana nunca hay que desestimar el escenario disruptivo, lo que implicaría que terminen enlodados nuevamente en un llamado abstencionista y rupturista y, con ello, pierdan una nueva oportunidad de legalizarse".

Entonces, será la comisión recientemente nombrada la que tenga el poder de esas decisiones vitales porque, además, el reglamento que la rige, recientemente anunciado por la cúpula de la PU, tampoco dibuja el marco estratégico claro, en relación a las temáticas cruciales en pugna.

La comisión, cuyos integrantes principales no poseen figuración pública notoria, deberá tener el aplomo suficiente para anunciar las bases del camino de vuelta al reconocimiento de la autoridad instituida, lo que traerá innumerable ruido y rechazo según las decisiones que tome.

Cabe recordar que la oposición ya ha tramitado en varias ocasiones este camino de las comisiones y las primarias y que, de seguir el mismo camino de otras presidenciales, podría lograr una candidatura unitaria que se enfrente a Nicolás Maduro, que no tiene competidor interno en su partido.  

De ocurrir, esta contienda va a reanimar la vía democrática para todos los sectores y va a impulsar la normalización de la situación en Venezuela.  

No obstante, en el caso de la oposición venezolana nunca hay que desestimar el escenario disruptivo, lo que implicaría que terminen enlodados nuevamente en un llamado abstencionista y rupturista y, con ello, pierdan una nueva oportunidad de legalizarse después de largos años de desconocimiento del orden jurídico existente.

Se acerca el 2023 y la política electoral se va encendiendo.

Fuente
https://actualidad.rt.com
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