Gobierno de Colombia y ELN declaran inicio de diálogo en el Waraira Repano

Diálogos de paz entre Gobierno de Colombia y el ELN en el Hotel Humbold Foto: twitter @LeonVaLenciaA
Víctor Castellanos/Telesur

"La paz es nuestro sueño, los cambios nuestro camino" afirmaron las partes en un documento que inicia formalmente el diálogo para la paz total

Tras el anunciado reinicio de conversaciones, teniendo como escenario Caracas, entre el Gobierno del presidente colombiano, Gustavo Petro, y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, que se vieron interrumpidas por casi cuatro años durante el mandato del expresidente ultraderechista, Iván Duque, ambas partes, reunidas finalmente se vieron las caras en el Waraira Repano, y presentaron una declaración que afirma que la paz es el sueño de los ahí reunidos y los cambios sus caminos.

El texto difundido tras el primer encuentro presencial, luego del acuerdo firmado en la casona para retomar las negociaciones de paz, señala que las Delegaciones de Diálogos del Gobierno de la República de Colombia y del Ejército de Liberación Nacional, ELN, reunidas en la República Bolivariana de Venezuela, en la cima del Cerro Ávila, lugar sagrado del pueblo indígena que aquí habitó, hoy conocido oficialmente como Waraira Repano, en el Parque Nacional que lleva este nombre, mirando al Mar Caribe y a la ciudad de Caracas, se reunieron » con disposición, optimismo, certeza y esperanza para» los esfuerzos que den término a más de seis décadas de guerra fratricida en Colombia.

Con mediación y garantía de Venezuela, Noruega, Cuba, Naciones Unidas y la Iglesia Católica colombiana, entre otros, las partes resolvieron, según consta en la declaración que se pudo conocer:

  1.     «Reanudar con plena voluntad política y ética, como nos lo demanda la gente de los territorios rurales y urbanos que padecen la violencia y la exclusión, y otros sectores de la sociedad, el proceso de diálogo político entre el Gobierno Nacional y el ELN».
  2.     Construir la paz a partir de una democracia con justicia, y con cambios tangibles, urgentes y necesarios que esta Mesa acuerde dando la mayor participación posible y eficaz de la sociedad, priorizando a los sectores históricamente marginados y abandonados, para un presente y futuro de dignidad con derechos plenos y democracia auténtica, para que Colombia sea potencia de la vida.
  3.     Agradecer la persistencia, el compromiso y presencia en este escenario de encuentro de la razón y los sueños, de los países Garantes: la República de Cuba, el Reino de Noruega y de la República Bolivariana de Venezuela, hoy país sede y anfitrión; así como de la Misión de Verificación en Colombia de la Organización de las Naciones Unidas, y de la Iglesia católica a través de la Conferencia Episcopal de Colombia. Todas y cada una de sus acciones nos han dado un respaldo moral, político, jurídico, que realza la responsabilidad que tenemos humana y cuidado de los bienes comunes.
  4.     Compartir que la construcción de la paz como política de Estado trasciende la temporalidad con compromisos permanentes y verificables que siembren certeza de una nueva cultura de paz, fundada en cambios reales que permitan la superación de la violencia política y sus causas.
  5.     Asumir los valores que hoy en el mundo son básicos e imperiosos, el respeto de todas las formas de vida y su dignidad. En este diálogo y negociación somos conscientes de la necesidad de responder a las diversas dimensiones de la vida colectiva, que implican nuestros deberes para el cuidado del planeta, nuestra Casa Común.

Vale destacar que la reunión de este lunes es la primera de las pautadas para alcanzar el objetivo de «paz total», impulsado por Petro y piedra angular de sus campaña electoral, con la que llegó a la Casa de Nariño siendo el primer presidente que no hace parte de la oligarquía colombiana en más de 200 años de historia republicana en ese país.

Por parte del Gobierno colombiano, el jefe del equipo negociador que se sentó a la mesa en el Waraira Repano, fue el exguerrillero desmovilizado del M-19 Otty Patiño y también se anunció la participación del presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegan), José Félix Lafourie, mientras que por el lado del ELN el jefe de los negociadores es Israel Ramírez Pineda, alias de Pablo Beltrán.

Está previsto que las sedes de los diálogos sean rotativas, por lo cual los próximos encuentros podrían ocurrir en otros escenarios.


Gobierno de Colombia y el ELN reinstalan mesa de diálogos de paz en Venezuela

Representantes de ambas delegaciones reiteraron su disposición y compromiso con el diálogo para la paz de Colombia.

Las delegaciones del Gobierno de Colombia y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) realizaron este lunes el acto para la reinstalación de la mesa de los diálogos de paz desde Caracas, capital venezolana, resaltando la importancia de este momento para la población de su país.

Durante el acto, el general Carlos Martínez leyó un comunicado por parte del Gobierno del presidente Nicolás Maduro y del pueblo venezolano, en el cual saludan "con esperanzas renovadas los diálogos de paz" entre las partes.

"Venezuela, en su condición de país sede del primer ciclo de negociaciones, no escatimará esfuerzo alguno para el acompañamiento de este trascendental momento del proceso de reconciliación en nuestra amada Colombia, con conciencia clara que es el camino para que América Latina y el Caribe se consoliden  como zona de paz y prosperidad", refiere el texto.

El jefe de la delegación del ELN, Pablo Beltrán, destacó la diversidad de la representación del Gobierno colombiano en el diálogo; agradeció al país anfitrión y a los garantes, así como el acompañamiento por parte de la Iglesia católica y de la Misión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

"Esperamos que el momento de cambio que vive Colombia, que se ha expresado de múltiples formas en las calles, en las urnas, y que exige que haya cambios de fondo; entendemos ese grito y nos hacemos responsables de él (...) Esta mesa debe ser, y apuntamos a que sea, un instrumento de cambio de esa ola de cambios que pide la sociedad colombiana, y esperamos no fallar a esa expectativa de cambio", dijo.

Beltrán acotó que "los colombianos no podemos vernos como enemigos. La labor que tenemos es de reconciliación, de volver a encontrar unos puntos comunes, de construir una nación en paz y equidad".

Por su parte, el alto comisionado para la Paz, Iván Danilo Rueda, aseveró que están honrando las vidas de quienes han sido afectados por la violencia. "Estamos honrando esas vidas para intentar resolver una serie de conflictividades", comentó.

Además, indicó que se ha iniciado un ejercicio de respeto de las diferencias, "de reconocimiento de las historias de las cuales venimos y en las cuales hemos participado, porque creemos que el respeto a las diferencias nos suman en un propósito común, el respeto a la vida, a la libertad y a cambios necesarios para superar un conjunto de derechos y desigualdades que en Colombia han sido negados para muchos sectores de la sociedad".

"El primer encuentro que hemos sostenido en la mañana de hoy con la delegación de paz del ELN nos está dando certezas y la convicción profunda de que vamos a lograr el propósito que nos suman, ser hijos e hijas de una patria con cambios y transformaciones. Cambios subjetivos que nos lleven a superar dinámicas de muerte, muerte en la palabra, en la exclusión del otro, para construir una nación en la que todas y todos quepamos", afirmó.

Rueda acotó que "en el centro de este diálogo hacia la paz está la vida, de los seres humanos, de la dignidad, y la dignidad significa libertad (...) Este diálogo político tiene asuntos importantes para el país, transformaciones concretas en lo territorial; retos concretos frente a los asuntos sociales y ambientales, y tenemos un horizonte de diálogo para dirimir, para pactar y para ir generando esas transformaciones", y añadió que perciben la disposición para este proceso.

A su vez, el jefe de la delegación negociadora del Gobierno colombiano, Otty Patiño Hormaza, aseguró que están enfocados con conversaciones con "una organización que también quiere un cambio real", y que ha demostrado una "actitud responsable, seria, amable, y con una plena disposición también a llegar esta vez a una paz real".

Declaración conjunta

En la declaración conjunta, las delegaciones manifestaron estar con disposición y esperanza para "reanudar con plena voluntad política y ética, como nos lo demanda la gente de los territorios rurales y urbanos que padecen la violencia y la exclusión (...) el proceso de diálogo político".

"Construir la paz a partir de una democracia con justicia, y con cambios tangibles, urgentes y necesarios que esta Mesa acuerde dando la mayor participación posible y eficaz de la sociedad, priorizando a los sectores históricamente marginados y abandonados, para un presente y futuro de dignidad con derechos plenos y democracia auténtica, para que Colombia sea potencia de la vida humana y cuidado de los bienes comunes", refiere.

Otro punto incluye "agradecer la persistencia, el compromiso y presencia en este escenario de encuentro de la razón y los sueños, de los países Garantes: la República de Cuba, el Reino de Noruega y de la República Bolivariana de Venezuela, hoy país sede y anfitrión; así como de la Misión de Verificación en Colombia de la Organización de las Naciones Unidas, y de la Iglesia católica a través de la Conferencia Episcopal de Colombia".

Asimismo, compartir que la construcción de la paz como política de Estado "trasciende la temporalidad con compromisos permanentes y verificables que siembren certeza de una nueva cultura de paz".

"En este diálogo y negociación somos conscientes de la necesidad de responder a las diversas dimensiones de la vida colectiva, que implican nuestros deberes para el cuidado del planeta, nuestra
Casa Común", resalta la declaración.

Fuente
https://ultimasnoticias.com.ve
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