Agur eta ohore, kamarada Santrich

Jesús Santrich
Koldo Durreit

Con profunda tristeza recibimos la noticia de la muerte del camarada Jesús Santrich, y deseamos transmitir nuestro pésame a todos sus familiares, amigos y compañeros.  Por encima de las divisiones y divergencias que hoy afectan a la izquierda colombiana y que creemos es un asunto interno de los camaradas de ese hermano país y que solo a ellos y ellas corresponde solucionar, la figura de Santrich es un referente en la lucha del pueblo colombiano en su lucha de liberación para sacudirse uno de los regímenes más asesinos y nefastos que haya conocido América Latina en toda su historia. No creemos que sea casualidad que esta triste noticia nos llegue precisamente en un momento donde el pueblo colombiano se moviliza de manera masiva para sacudirse el yugo de la oligarquía que sigue asesinando y reprimiendo a todo aquel que ponga en entredicho sus intereses.

La figura del camarada caído entregado de por vida a su causa a pesar de las limitaciones físicas y de salud que lo han acompañado durante muchos años, da ejemplo del temple de los que deciden dar sus vidas para lograr la liberación de sus pueblos. Una decisión que como se dice, cuando es verdadera nos cuesta la vida, entregando su esfuerzo para la llegada de un nuevo día.

Santrich fue un guerrillero, un revolucionario, un hombre entregado a su causa, pero también queremos recordar al hombre defensor de la cultura popular colombiana, al poeta, al artista, al antropólogo que conocía de primera mano las culturas indígenas de los pueblos indios de su Colombia. Al defensor de las lenguas indígenas que siempre intentó aprender y defendió como una parte importante de la riqueza cultural de su país.

También recordar al Santrich revolucionario, marxista y leninista que quiso asaltar el cielo para acabar con siglos de explotación y vergüenza de las clases populares. Al Santrich profundamente latinoamericanista, bolivariano al fin y al cabo que siempre entendió que la liberación nacional de los pueblos americanos era la hoja de ruta para acabar con el colonialismo y la dependencia, con la subordinación de las élites de nuestros países a los intereses del Imperialismo del norte.  A ese Santrich internacionalista y solidario con todos los pueblos que en el mundo luchan por sus propias liberaciones. Por su amistad, cercanía  y simpatía con la lucha del pueblo vasco y de Euskal Herria.

Y no olvidar al Santrich humano, quien nunca escatimaba una sonrisa y un apretón de manos para alegrar con una historia rescatada de la memoria de su pueblo o de su propia imaginación para alegrarnos el compartir que en cualquier noche en la selva te invade de sus sonidos y sus olores tan especiales. Ahora seguramente su voz se habrá ya fundido con esa naturaleza y su memoria seguirá viva muy a pesar de quienes lo han asesinado para acompañar a los colombianos hasta el día de la victoria.

Agur eta ohore, kamarada Santrich
 

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